ECONOMÍA    

Analista presupuestario Germán Molina

Balance comercial y fiscal fue deficitario desde 2015

> Después de ocho años de superávit fiscal y comercial a partir de 2015, la economía boliviana repitió déficits en ambos sectores > Comercio creciente de importaciones de China deteriorará posición de reservas del BCB



El resultado del balance comercial durante 9 años (2006-2014) fue positivo con superávit comercial acumulado de 58,61 por ciento respecto al Producto Interno Bruto (PIB) y acumulación de ahorro externo siendo nuestro país acreedor del resto de países y durante 3 años (2015 – 2017) registró un balance comercial deficitario acumulado de 8,93 por ciento, respecto al PIB.

Durante 8 años (2006-2013) con superávit fiscal acumulado de 14,5 por ciento, en relación al PIB y acumulación de ahorro público y durante 4 gestiones (2014-2017) con déficit fiscal acumulado de 22,6 por ciento del PIB, y desahorro del sector público que resulta que el Tesoro se quedó sin espacio fiscal para políticas públicas con fundamentos y principios económicos, señaló el analista Germán Molina.

Después de ocho años de superávit mellizos (superávit fiscal y superávit de balanza comercial) y el 2014 con déficit fiscal y superávit comercial, Bolivia ingresó al sendero de los déficits mellizos (déficit fiscal y déficit de balanza comercial), que significa financiar los desequilibrios interno y externo con desahorro y endeudamiento del sector público.

A nivel de origen y destino por países, la balanza comercial de las exportaciones e importaciones del país, la mayor importación en términos absolutos y relativos que hace Bolivia es de China. “Esta situación significa que compramos más bienes y servicios a China y vendemos menos bienes y servicios”. “Esta situación hace que salgan más dólares del país hacia el gigante asiático”, advirtió.

INVERSIÓN PÚBLICA

Para 2019, el Banco Central anunció que proseguirá con la expansión monetaria, estimulada por la inversión pública. El presidente del instituto emisor, Pablo Ramos, sostuvo que la empresa privada tiene la garantía y las condiciones para mejorar los niveles de inversión.

Señaló que parte de la inversión estatal se destina al mejoramiento de la infraestructura vial dijo, asimismo, que se mantiene la estabilidad macroeconómica y que este año la expansión de la actividad del país crecerá 4.5 por ciento como proporción del producto económico.

DIVISAS

Molina señaló que cuanto más aumenta la brecha deficitaria de la balanza comercial con China más aumentará el drenaje o desgaste de las reservas internacionales netas del Banco Central de Bolivia, disminuyen los puestos de trabajo, cierre de las empresas, las perspectivas de emprendimientos son desfavorables, etc.

“Bolivia esta incrementado su dependencia de China y se mantendría mientras tengamos las divisas suficientes para cancelar las importaciones, así como continuemos contando con solvencia económica para recibir créditos chinos condicionados mediante proveedores y trabajadores chinos como acontece en la actualidad”, dijo el analista.

Sostuvo que China es actualmente un supermercado mundial que abastece casi todos los bienes y servicios a los países y necesita vender todo lo que produce, para mantener su industria, protegiendo puestos de trabajo que para que continúen vendiendo sus productos establecieron líneas de crédito de proveedores.

CHINA CON MERCADOS QUE NO SE ABREN

Respecto a la declinación de las exportaciones, la respuesta se puede encontrar en la Cancillería de nuestro país que tiene que esforzarse en lograr que China nos compre nuestros bienes y servicios, como recientemente se anunció sobre la posibilidad de vender: quinua, soya, café y carne; es importante que se amplié los productos a vender coordinando con el sector empresarial privado en beneficio de nuestro país, dijo Germán Molina, analista presupuestario.

“Nuestra economía, sobre todo el consumo interno, cada vez depende de China ¿Qué significa esta situación? La respuesta es que nuestro mercado interno formal e informal están abarrotados de productos chinos de diversos artículos desde alfileres hasta equipos, maquinaria y vehículos, porque los consumidores bolivianos durante el 2017 e incluso en 2018 disminuyeron sus compras por precaución ante la desaceleración de la economía boliviana y otras variables no económicas desfavorables.

GASTO PÚBLICO

La política fiscal durante el período de análisis 2006-2017, se caracterizó por un aumento continuo del gasto público utilizando los recursos extraordinarios producto de la bonanza externa y de la aplicación de la Ley Nº 3085 aprobada en 2005 que permitió una mayor recaudación del sector hidrocarburos, que permitió registrar superávit fiscal y luego déficit fiscal que es cubierto con financiamiento interno y externo.

El país decidió mantener los gastos a ingresos menores y la diferencia financiar con desahorro público y endeudamiento público apostando generar nuevos ingresos con inversión pública y a que los mercados internacionales sean favorables. La apuesta es a la inversión pública con la finalidad de obtener ingresos adicionales al entrar en operación con la venta de urea, electricidad, litio, turismo, etc., y continuar con la expansión del gasto público, sostuvo.

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