ECONOMÍA Tweet
Si bien en los últimos años, el Gobierno avanzó en la reducción de la pobreza, a través de la distribución de los ingresos por los recursos derivados de los precios altos de las materias primas en el mercado internacional, se aplazaron en la generación de fuentes de trabajo formales, y la ocupación informal pone en riesgo a las personas a volver a niveles de pobreza de hace una década atrás, según se puede apreciar de informes y reportes de medios internacionales.
El país tiene de una alta tasa de informalidad laboral. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, la tasa de desempleo juvenil de 2018 fue 8,5%. En líneas generales, la tasa de desempleo para el 20% de la población económicamente activa que tiene un empleo en Bolivia es del 4%. El problema aquí está en que el 80% "la mayoría de la población" está en el sector informal, señala un reporte de CNN.
Por otra parte, reportes del Fondo Monetario Internacional reflejan el crecimiento sostenido de Bolivia en los últimos años y una baja importante en los indicadores de pobreza extrema del 38% en 2005 a 15,2% en 2018.
Sin embargo, para el analista económico Gonzalo Chávez, "Bolivia es un país que económicamente, a pesar de la bonanza que ha tenido en los últimos 12 años, no ha sido capaz de diversificar su economía y sigue siendo muy vulnerable a los precios del gas, el petróleo, los minerales, la soya porque no hemos hecho ninguna diversificación productiva", reproduce el medio digital de CNN.
Bolivia "enfrenta una serie de dificultades sociales que se fueron planteadas por los ciudadanos más jóvenes de cara a las polémicas elecciones de 2019: desempleo, la pobreza y la inquietad social", señala la nota.
Sobre la deuda pública bruta, esta ha aumentado de un 38% en 2014 a un 53% del PIB en 2019 y en el mismo periodo de tiempo, las reservas internacionales pasaron de 15.100 millones de dólares a 8.000 millones de dólares a mediados de 2019 (del 46% al 20% del PIB), según datos recientes del Banco Mundial, refiere la nota.
El último dato que se tiene sobre la deuda, a agosto de la presente gestión la misma alcanzó a más de 10.700 millones de dólares. Según el Gobierno los préstamos van dirigidos a la inversión pública, y no al gasto corriente.
Pero también se suma el déficit fiscal que registra el país, que el año pasado alcanzó a 8%, y en la presente gestión el porcentaje fijado está en 7,8%, pero por los problemas generados en la Chiquitania y los bajos recursos por las exportaciones, se proyecta un aumento de la cifra.
Sin embargo, los datos señalan que el trabajo informal es uno de los más altos de la región, y éste no tiene condiciones sociales para que las personas puedan vivir adecuadamente, y no retornar a la pobreza.
Pero también los economistas observan el incremento de los gremialistas a nivel nacional, personas que se dedican al comercio en condiciones no óptimas, ya que un buena parte son vendedoras que expenden sus artículos en la calle, con lluvia, viento o frio.
Contexto complicado