EDITORIAL    

Indígenas y campesinos contra el MAS de Evo



Pareciera que el título de esta nota editorial es contradictorio con la realidad, pero no es así. En efecto, las masas de indígenas y campesinos están contra ese caudillo contrarrevolucionario y su partido. Los hechos que prueban esa afirmación son diversos y es fácil enumerarlos para su respectiva demostración.

Efectivamente, una prueba de esa realidad es que los campesinos son más o menos el 30 por ciento de la población boliviana, y ellos están divididos en un amplio sector opositor y otro todavía partidario del cocalero que, por lo demás, está totalmente desacreditado por su vida lujuriosa y libidinosa puesta a la luz del día por las víctimas de su carencia de moral.

Pero, un dato realista es que los campesinos e indígenas se muestran de hecho indiferentes ante el jefe masista, hecho fácil de comprobar porque en noviembre del año pasado ni un campesino salió a defenderlo y evitar que sea expulsado por la población urbana del país. Es, pues, falso que Evo Morales tiene apoyo de esos sectores sociales. Si fuese lo contrario, podría demostrarlo con algún hecho. Sin embargo, al respecto se puede citar una excepción. Evo solo tiene el apoyo de algunos sectores de cocaleros del Chapare y se sabe quiénes son, se trata de los que están dedicados a la producción de cocaína y el narcotráfico.

Pero, ¿por qué los indígenas le quitaron su apoyo a Evo, su partido y sus socios? Porque su gobierno arrebató a ese sector social sus conquistas económicas y políticas y los sometió a sostenido empobrecimiento y los convirtió en víctimas de la discriminación por vías económicas y políticas.

En efecto, para llevar a los campesinos al socialismo, la legislación agraria del gobierno del doble septenio de Evo Morales les quitó el derecho de propiedad absoluto que les dio la Reforma agraria de 1953 y al quitarles esos derechos los sometió al empobrecimiento y a que migren a las ciudades y al exterior del país en busca de encontrar cómo sobrevivir en alguna forma.