Golpe por golpe entre la Policía y los de la caravana

Las personas con capacidad diferente superaron la primera barrera en la Jenaro Sanjinés, pero fueron frenados por los escudos de la Policía ubicados a la entrada de la Plaza Murillo. A partir de ese momento, desde las 14.30 se tuvo tres horas de intemperancia, bronca y agresividad.

Golpes iban y venían, gas pimienta, palos y piedras aparecieron de un momento a otro, mientras los gritos y reclamos subían de tono.

Desmayados y policías contusos fue el saldo de una jornada que podía evitarse. Los gritos de impotencia de los hombres de sillas de ruedas y muletas, además de la amenaza de acudir a medidas más extremas, puso a su lado a quienes se encontraban ocasionalmente en ese lugar.

“Veníamos en son de paz”, dijo el dirigente Carlos Mariaca, quien protestó por el trato discriminatorio que sufren y por la falta de sensibilidad del Gobierno. Al final de la jornada las personas con capacidad diferente amenazaron con instalar una huelga de hambre y durmieron en inmediaciones de la Plaza Murillo.

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