Mar: inoportuna sugerencia de Convergencia Nacional

Un diputado de Convergencia Nacional (CN) sugirió al oficialismo y a la oposición que firmen un acuerdo para que la política marítima no sea utilizada como tema electoral.

A simple vista, parecería idea razonable. Sin embargo, no es así. Más allá de los enconos; más allá de la ceguera política y mucho más allá de las elecciones generales, la reivindicación de nuestros justos derechos de retorno al mar está por encima de cualquier obstáculo que pretenda desviarla de su cometido.

A los bolivianos no nos interesa quién la sustente, sino que se la lleve hasta el final y sin pausas desastrosas. La cuestión fundamental para Bolivia es el retorno al mar.

Convergencia Nacional alimenta, indirectamente, las declaraciones del canciller de Chile, Heraldo Muñoz, quien calificó a la demanda de nuestro país ante la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, de artificiosa y sin fundamento jurídico, mientras su gobierno ha dispuesto casi 15 millones de dólares para que una comisión de élite integrada por profesionales, contenga y desautorice cualquier prueba histórica de pertenencia boliviana, sobre la costa del Pacífico arrebatada en 1879.

Dejar de enfocar y de opinar públicamente sobre el tema marítimo, para evitar que se “politice” significa izar bandera blanca y conceder ventajas y razón a los causantes del encierro geográfico boliviano.

La oposición en su conjunto nada ha dicho sobre el tema marítimo, que es de vital importancia en el desarrollo de nuevas alternativas para nuestro país. Al contrario, como lo hace inoportunamente Convergencia Nacional, dirigentes y partidos enmudecen, debilitando la política marítima y dando alas a la Cancillería chilena.

La clase política debe analizar cuáles son los puntos esenciales de nuestra Nación; si es lícito lanzar ideas que debilitan al país y en particular, la oposición debe trabajar para unir esfuerzos con las otras tendencias, respecto al Pacífico. Todo, en beneficio de nuestra Patria y por el retorno al mar.

El tema del Pacífico por supuesto que está por encima de cualquier candidato, de cualquier partido y de cualquier coyuntura, pero, de ninguna manera, es un punto a postergar por conveniencia y debilidad política.