John Lennon fue escritor y artista antes que estrella pop

El vértigo de la historia de la música se siente ante un folio amarillento, con dobleces y garabatos. En él, Paul McCartney mecanografió su encuentro con John Lennon. “Lo conocí en una fiesta en Woolton. Yo era un estudiante gordo, y cuando apoyó su brazo en mi hombro, me di cuenta de que estaba borracho”, comenzaba McCartney. El documento está lleno de frases tachadas y correcciones, ejecutadas por la pluma de Lennon. El Beatle había pedido a su compañero que lo escribiera para “In His Own Write” (1964), el primer libro con textos y dibujos Lennon.

El cuarteto de Liverpool estaba en aquella época en la cima de su popularidad. Algunas semanas antes de la publicación del libro, en febrero de 1964, los Beatles aparecieron en el show televisivo de Ed Sullivan, lo que catapultó su carrera en EEUU. Pero no mucha gente conocía los otros talentos de Lennon. En 1962, un autor le enseñó al legendario editor Tom Maschler –impulsó las carreras de Tom Wolfe, Thomas Pynchon, Philip Roth y Salman Rushdie, entre otros– un montón de manuscritos y dibujos, muchos de ellos en cuadernos de hoteles, que fascinaron a Maschler.

-¿Quién ha escrito esto?

-John Lennon.

-Estás de broma, ¿cuándo puedo ir a verle?

Maschler y Lennon trabajaron en ese libro y en uno posterior, “A Spaniard in the Works” (1965). Los dibujos originales y borradores de los textos de esos dos volúmenes han estado en manos de Maschler hasta este momento. El próximo 4 de junio, Sotheby’s los venderá en Nueva York, en la que se considera la mayor subasta de la historia de este tipo de material del Beatle. Hasta entonces, se pueden visitar en la sede de la casa de subastas en el Upper East Side, casi en la orilla del East River. Una mañana de la semana pasada, con el sonido de fondo de una subasta de arte latinoamericano en la sala contigua, se podía observar la línea clara y sencilla de los dibujos de Lennon, a medio camino entre la caricatura y la ilustración. En ellos hay humor, surrealismo, escenas cotidianas. Estos elementos también concurren en sus manuscritos y textos mecanografiados. Se encuentra un relato, escrito a mano en nueve hojas, con una letra prolija, redonda y juvenil, que es una parodia de una historia de Sherlock Holmes. También “Liddypool”, una guía satírica de Liverpool, la ciudad de nacimiento de Lennon. O “Sad Michael”, un texto en el que aparece por primera vez la frase “a hard days night”.

“Sabía que él tenía un talento e imaginación extraordinarios –además de los otros dones que le dieron fama mundial–, pero me daba miedo de que ser un Beatle le impidiera ser tomado en serio como escritor y artista. Me equivoqué”, explicó Maschler. Los libros tuvieron una gran acogida entre la crítica, que llegó a comparar a Lennon con Edward Lear y Lewis Carroll. Parece que sus dibujos, y no su música, fue lo que primero atrajo a Yoko Ono, según el relato de la artista. “Mostraban el alma de John. Un espíritu romántico agudo, divertido e incansable con un gusto por lo grotesco”, escribió Ono.

Los dibujos, poemas, relatos, juegos de palabras y sátiras que ahora salen a la subasta fueron una sorpresa para quienes solo conocían al John Lennon acosado por las adolescentes en la cumbre de la beatlemanía. Pero era un componente esencial de una persona que, de niño, dibujaba cómics en vez de atender en clase y que estudió arte en la Liverpool School of Art. “Empecé a escribir mucho antes de convertirme en un artista pop, antes de ser un Beatle, antes de tener una guitarra… Las guitarras llegaron después”, reconoció Lennon. (ABC)