Endeudamiento del sector productivo

Según informe del Banco Central, en el año 2013 las deudas del sector productivo alcanzaron la cifra de 13.420 millones de dólares y ello habría permitido “mejorar su capacidad productiva y su capital de inversión”, superando lo hecho en gestiones pasadas, aunque los últimos cuatro años habrían sido igualmente de aumento productivo del sector privado. El importe señalado habría beneficiado sobre todo a las microempresas y a las medianas empresas, pero que especialmente se trató de “capitales de inversión”. El mismo informe destaca el incremento habido en “depósitos en cajas de ahorro, depósitos a plazo fijo y depósitos a la vista”.

Es interesante el informe y muestra que, de alguna forma, el sector privado, al haber conseguido capital para ampliar sus operaciones, podría conseguir un crecimiento importante y, sobre todo, generar empleo, aunque esto se ha producido en el crecimiento de la banca privada que alcanzó contornos jamás vistos.

Sería importante conocer que ese sector privado, especialmente el referido a la microempresa y a la mediana empresa, dé a conocer los rubros en que está ocupada y cuáles han sido los rendimientos logrados con los préstamos otorgados por el instituto emisor.

Hay que reconocer que desde el año 2006 muchas empresas productivas del sector privado se han visto obligadas a cerrar, tanto por la falta de medios financieros como también por la ausencia de las suficientes garantías para el desarrollo de sus actividades, lo que ha determinado un decremento de la producción y, por supuesto, el cierre de fuentes importantes de empleo. Muchas veces la población se pregunta cuáles han sido los logros de las microempresas y de las medianas empresas, informes pormenorizados que deberían ser publicitados ampliamente por la Cámara de Industrias y otras entidades que albergan al sector privado.

Hay que entender, por otro lado, que muchas empresas tradicionales del país han cerrado sus operaciones debido a múltiples razones que en forma pormenorizada debería conocerse para ver, inclusive, la posibilidad de su rehabilitación mediante la otorgación de créditos por parte del Banco Central ahora que el país dispone de ingresos importantes por la venta de gas y minerales, cuyos precios han subido en el mercado internacional. Hay que partir del principio de que muchas empresas ya trabajaban hasta el año 2005 con muchas dificultades, sea por no modernizar su maquinaria o por carencias financieras para la adquisición de materia prima.

Rehabilitar la industria cerrada, ampliar sus operaciones y fortalecer a las micro empresas y a las empresas medianas sería labor interesante que deberían cumplir las autoridades, lógicamente otorgando las garantías precisas; de otro modo, será imposible una producción sistemática y la seguridad de que sean fuentes permanentes de empleo.