En comunidad de Cucuta, conflicto familiar y venta anticipada genera problema de lotes


Paulino Jil, supuesto propietario de un lote, admite que un conflicto familiar y ventas anticipadas de una familia son los factores que ocasionan conflictos en derecho propietario de más de 10 hectáreas, las cuales estarían enfrentando una demanda procesal.

La denuncia publicada el pasado 10 de julio, dando cuenta del avasallamiento en la mencionada comunidad identifica a Paulino Jil como uno de los principales responsables aspecto que logra ser desmentido y por el contrario esta persona explica que un conflicto familiar con Gregorio Mendoza quien sería su pariente, por la supuesta venta de terrenos por parte de uno de los propietarios.

“Si ellos los Mendoza tienen documentos originales porque han recibido título ejecutorial del Instituto Nacional de Reforma Agraria( Inra) de las 10 hectáreas, pero en 1978 a 1979 Paulino Mendoza es quien da poder a Damian Sumi para vender estos terrenos y nosotros en 1984 iniciamos el proceso por firma de un poder de venta de terrenos que fue entregado a Sumi, es por eso que nosotros observamos que la familia Mendoza siga siendo propietario de esos terrenos”, explicó Paulino Jil con documentos en mano.

Paulino Jil, quien desconoce la resolución judicial realizada por un juez que anula la legalidad del supuesto poder firmado, se mantiene en la lógica de que las 10 hectáreas en la actualidad pertenecen a varios propietarios.

Si bien la denuncia de la familia Mendoza da cuenta que los vecinos y supuestos propietarios de las 10 hectáreas ocasionan una serie de enfrentamientos, amenazas e incomodidades a dos ancianos quienes de acuerdo a los títulos agrarios serían los legítimos propietarios, dichas denuncias en consideración de Paulino Jil no tendrían respaldo porque su persona al ser Mallku de Justicia de la comunidad de Cucuta de la Jurisdicción indígena originario, donde la ley se deslinda indica igualdad con el poder judicial “y yo soy como un juez, es por eso que no puedo tocar a nadie, no puedo hacer nada como autoridad en contra de nadie”, remarcó.

“Nadie les toca a los abuelos porque ellos son nuestros familiares, nosotros nos conocemos y nadie les puede agredir a pesar de que abandonó la comunidad, no cumplió con las obligaciones de la organización, pero como es su terreno nadie lo toco a pesar de que vendió”, explicó.

Para Paulino Jil los problemas de la familia Mendoza y la no distribución heredera entre cuatro hermanos sería la causa por la cual surge enfrentamiento, de los cuales no tendría relación, además indicó que desconoce los hechos de violencia que fueron registrados en contra de la familia damnificada y quienes serían los responsables.

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