Cultura mollo revive tradiciones ancestrales en provincia Muñecas

El trueque, las danzas ancestrales, la música salida de la tierra, el sistema de convivencia igualitaria y de paz, la gran capacidad y conocimiento arquitectónico son los principales motores que desde Ayata mantienen con vida a la cultura mollo, una de las más antiguas de Bolivia.

Mollo fue una civilización preincaica que habitó la zona occidental de la cordillera Real.

Esta cultura apareció aproximadamente en el año 700 d.C. y se extiende hasta el 1300 o 1400 d.C, su decaimiento se confunde con el arribo de los incas a la zona, por lo cual se cree que estos absorbieron a los mollos aprendiendo algunas técnicas constructivas.

En la actualidad, cada 10 de agosto, los comunarios de Ayata, a 265 kilómtros de la sede de Gobierno, festejan la fundación de la ciudad reviviendo costumbres, usos y tradiciones.

Uno de sus restos arqueológicos destacados lo constituye el sitio de Iskanwaya, encaramado en la cordillera a 1672 msnm en la provincia de Muñecas.

Destacan sus sistemas de acueductos para el riego en andenes o terrazas de cultivos. Utilizaron la piedra pizarra para sus construcciones, uniéndolas con barro mezclado con grava.

También hicieron objetos en bronce y oro, el primero para objetos utilitarios y el segundo para usos religiosos. En su cerámica predomina el color rojo con adornos en negro y blanco, sobresaliendo los motivos geométricos.

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