Los sabios del reino

Semanalmente, me doy un baño de sabiduría poniéndome en contacto radial con algunos sabios del reino que salen por los caminos a predicar las virtudes de nuestro monarca y a prevenirnos acerca del oscurantismo y la maldad congénita de los opositores.

Empeñado en ese saludable ejercicio mental me hallaba ayer, remojando mis pies y mis calcañares en un saludable pediluvio, cuando apareció en mi casa mi colaboradora periodística que al sorprenderme en ese ejercicio de escuchar la radio y lavarme los pies al mismo tiempo, me preguntó sorprendida, mirándome las canillas, el porqué de ese saludable ejercicio, respondiéndole: “es mi manera particular de adquirir sabiduría, porque a esta hora predican los pocos sabios que tenemos en el reino…”.

Al escuchar las voces de algunos que repartían su sapiencia política, mi inteligente reportera en el Palacio Real me dijo con alegría: “yo conozco a ese señor porque viene al Palacio con frecuencia y se encierra con nuestro monarca en su despacho durante largo tiempo…”.

Me alegró mucho saber que mi humilde comadrita cochabambina tuviera roce con esos pocos hombres sabios que iluminan las tinieblas de la ignorancia y aproveché la oportunidad para decirle que cuando chocara con alguno de esos sabios en los pasillos del Palacio Real, los saludase con respeto y que procurase hablar con tal personaje para tratar de contagiarse de su inmenso saber.

Haciendo memoria, Macacha recordó haber cruzado algunas palabras y la cholita exclamó: “Ahora recuerdo que uno de esos sabios me explicó alguna vez la diferencia que existe entre decir “Evo irá a la postulación y Evo irá a la re-re-re-re- elección”. Cuando la cholita repitió para mí esa frase que entraña una sabiduría, no pude menos que exclamar: “Esa es sabiduría, carajo, y no las tonterías que aprendimos de Aristóteles, Santo Tomás de Aquino y Jacques Maritain”.

La cholita cochabambina nacida en Quillacollo olvidó momentáneamente el aniversario de la fundación de Quillacollo y me manifestó que había escuchado decir a otro sabio que visitaba al monarca Evo, que la Conalcam y las Bartolinas son la representación más auténtica del pueblo boliviano y que esas entidades podrían pedir al Congreso la aprobación de un referendo para conseguir el reinado de Evo per sécula seculorum, amén.

Mi pediluvio concluyó y Macacha se complació en verme las canillas a su antojo, placer que no le pude negar.

Seguimos festejando a Cochabamba con la conciencia tranquila, luego de haber comprobado que tenemos los suficientes sabios que salvarán a nuestra querida patria. ¡Que vivan los sabios y que God save the king!!!