Desde hace muchas décadas, a nivel de casi todos los gobiernos y de muchos empresarios privados, se habla de la necesidad de utilizar el bagazo de la caña en múltiples usos, como generación de energía eléctrica, fabricación de papel, alcohol, abonos y otros, en imitación a lo que hace, por ejemplo, el Perú, que desde hace años ha reemplazado la importación de papel de diferentes calidades con lo que se fabrica en base al bagazo de la caña de azúcar y, además, utiliza para fabricación de abonos, fertilizantes y otros.
Según últimos anuncios, cinco ingenios azucareros de Santa Cruz habrían decidido “generar energía eléctrica utilizando el bagazo de la caña”; un proyecto que, al ser factible en el lapso más corto, reducirá en gran manera el uso de energía hidroeléctrica, consumo de diésel, etc. La energía que podría generarse equivale a 100 megavatios (MW). Se indicó la decisión empresarial para ingresar a la producción de electricidad en “base a recursos renovables como es el bagazo de caña, cáscaras de arroz y almendra y otras”.
Desde el año 2007 el Ingenio Guabirá entrega electricidad producida con el bagazo de la caña, una labor encomiable que tienen que imitar los demás ingenios azucareros haciendo acopio de toda la caña de azúcar a objeto de planificar una producción masiva de electricidad y, además, utilizar el mismo para fabricar papel que, tan sólo haciéndolo para consumo de periódicos, revistas y otras publicaciones, sustituirían a las importaciones que insumen gran cantidad de divisas.
La industrialización de la caña de azúcar, conjuntamente las cáscaras de arroz, almendras, maní y otros productos, permitiría que los productores logren utilidades marginales, proporcionen empleo y consigan diversificar su economía, como ha ocurrido en la mayoría de los países desarrollados que utilizan todos los remanentes de la producción agrícola para crear industrias paralelas.
Un trabajo conjunto de los ingenios azucareros Guabirá, Unagro, Aguaí, San Aurelio, La Bélgica y el próximo agregado de San Buenaventura, lograrían una interesante producción de energía eléctrica que, unida a la electricidad eólica, geotérmica y de biogas, lograrían éxitos notables. Será importante que el Gobierno tenga acción fundamental en los proyectos para que apoye decididamente en toda la implementación, inversión y puesta en marcha.
El anuncio de los ingenios azucareros adquiere relevancia en momentos en que es preciso contar con más energía, especialmente cuando se tiene la casi certeza de que las reservas de gas aún no están debidamente cuantificadas. Es importante, por otra parte, tomar muy en cuenta las conclusiones a que arribe el foro “Energías limpias y renovables para el desarrollo sostenible” que se efectuó en Santa Cruz y del cual participaron técnicos de varios países cuyas experiencias pueden ser muy interesantes para aplicarlas en los proyectos mencionados.
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