La Paz vibró con energía de la fe y el folklore

Vistiendo sus mejores galas, 67 conjuntos folklóricos partieron de la histórica Garita de Lima desgranando a lo largo de 4.2 kilómetros de recorrido, la fe católica en Jesús del Gran Poder, patrono de una de las celebraciones religiosas más importante del mundo andino en el país. Varios de los grupos comenzaron a llegar a media mañana al palco oficial en la céntrica avenida Mcal. Santa Cruz (Casa de la Cultura), los más desplegaron un vistosa como colorida coreografía a lo largo de la extensa ruta, donde primó la presencia y la energía de la juventud, que una vez más, expresó su religiosidad en esta fiesta denominada, “la mayor de los Andes”.

EL CLIMA

Este sábado fue un día diáfano, aunque los espectadores al atardecer optaron por arroparse. Desde las 16 horas se sintió cruzar por la ciudad un típico aire invernal, pero eso no hizo más que abrir el interés de la gente que permaneció sin moverse en sus asientos. En la céntrica avenida Camacho, se vendieron asientos en primera fila en Bs 100, en la segunda 90 y atrás, Bs 50.

Según las autoridades de la comuna la festividad genera un movimiento económico de alrededor de 100 millones de dólares y atrae la atención de más de 200.000 personas.

Destacable de la jornada fue la puntualidad con la que los conjuntos comenzaron a ingresar a la extensa ruta de la entrada de 4.2 kilómetros.

ENERGÍA Y COLOR

Los bailarines agrupados en fraternidades participaron en danzas pesadas (morenada), livianas (caporal) y autóctonas (pujllay o waka tokoris). Esta clasificación, según un documento del municipio de La Paz, permite también establecer, entre los participantes, cierta jerarquía social relacionada al costo de participación. En términos económicos es la fiesta más importante del municipio, por la magnitud del movimiento de recursos monetarios y porque se convierte en un atractivo turístico con gran valor cultural y folklórico anual. Además de la capacidad de movilización de personas participantes, espectadores y emprendedores que la fiesta genera.