[Alberto Zuazo]

Punto aparte

Capitalización versus Nacionalización


Las conclusiones a veces son adoptadas sin tener la información precisa, en otras priman los intereses políticos antes que confrontar los hechos y las cifras de manera de no caer en precipitaciones y peor en errores.

En esta oportunidad, una amplia información publicada por EL DIARIO en su Sección de Economía, del miércoles 25 de mayo, ilustra documentalmente lo que sucedió con los hidrocarburos en los dos procesos fundamentales que tuvo en los últimos tiempos. La Capitalización y la Nacionalización.

Sin ánimo de incurrir en confrontaciones, sino solamente de orientación pública apropiada sobre un tema fundamental de la economía nacional, como es el de los hidrocarburos, resulta pertinente efectuar un repaso numérico a esos procesos, para tener mayores elementos de juicio sobre lo que realmente sucedió en ambos procesos.

Por la fuerza de la razón, las citas correspondientes tienen, por supuesto, connotaciones políticas. Pues, los gobiernos en los que se aplicaron tales medidas se sienten muy motivados para atribuirse la autoría de éxitos que, en unos casos, pueden ser reales, pero en otros sólo aparentes y, más todavía, inciertos.

Como el razonamiento tiene que estar fundamentado en realidades y no en presunciones o apariencias, siempre es necesario acudir a las cifras, cuando se tiene la fortuna de tenerlas a la mano, y sólo después formar una opinión propia, correcta, sin que por medio influyan los afectos o desafectos, sea de la naturaleza que tengan.

En alguna oportunidad me referí a que en los años 1991, 1992 y 1993, el ingreso que tenía Bolivia por la producción de petróleo, básicamente, no llegaba ni a los 1.000 millones de dólares. Fluctuaba, con más precisión, entre los 700 y tantos a los 800 y tantos millones de dólares.

En 1996, el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada emitió el decreto de Capitalización de los hidrocarburos y su aplicación real empezó dos años después. La medida atrajo a 12 empresas petroleras internacionales para operar en el país, las que permanecen, pero cuando en 2006 el nuevo gobierno de Evo Morales “nacionalizó” los hidrocarburos, cambió la situación, pero relativamente.

El hecho es que continúan trabajando en el país las mismas 12 empresas privadas internacionales, pero la supuesta nacionalización se tradujo en la firma de contratos de operación, que siguen vigentes hasta hoy.

Sin embargo, por los resultados concretos de la nueva situación, por lo menos parece que dichas empresas no se hallan tan motivadas como antes para realizar nuevos emprendimientos, concretamente, en exploración, como lo iniciaron en el período inicial de la Capitalización.

En los hechos, YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) asumió la tarea de exploración, pero hasta el presente no logró poner en producción nuevos yacimientos.

Es necesario anotar que en el proceso de Capitalización el mayor logro que se tuvo es producir gas natural. De esta manera, pasó a constituirse en el primer producto de exportación del país, teniendo como mercados a Brasil y Argentina. Actualmente, sigue ocupando esa posición, al generar algo más del 50% de los ingresos del país. Empero, desde 2014 éstos han disminuido, por efectos de la crisis del petróleo, cuya cotización es parte esencial en la conformación del precio del gas natural a escala internacional.

Al presente, se sigue produciendo diariamente 60 millones de metros cúbicos de gas natural, que son destinados al creciente aumento del consumo nacional, así como para cumplir con las exportaciones a Brasil y Argentina, pero con ciertas reducciones en los volúmenes comprometidos. Ello, porque no se ha encontrado nuevos yacimientos productores, así como por el notable aumento del consumo interno, que se ha duplicado en los últimos cinco años. De seis millones de metros cúbicos diarios a 12 millones, en este año de 2016.

Los datos anteriores son el resultado que se tiene actualmente con la producción, consumo doméstico y exportación del gas. Ahora veamos las experiencias que se ha tenido en la perforación de pozos durante la Capitalización y la Nacionalización, para que con las cifras cada lector tenga oportunidad de formar opinión sobre cuál proceso fue más efectivo o negativo para los intereses nacionales.

En el período de la Capitalización, la perforación de pozos productivos fue la siguiente: En 1998 han sido 21; en 1999, 23; 2000, 28; 2001, 11; 2002, 8; 2003, 10; 2004, 11; 2005, 1; 2. En la Nacionalización, en 2006, 2; 2007, 2; 2008, 2; 2009, 0; 2010, 4; 2011, 7; 2012, 4; 2013, 10; 2014, 10; 2015, 6.

No existe mayormente información de YPFB sobre lo que realiza actualmente, menos hace conocer sus proyecciones. Por tanto, para tener una idea acerca de éstas, no queda otra cosa que acudir a datos que proporcionan algunos expertos en la materia.

Julio Alvarado informó a EL DIARIO que el país, en la actualidad no tiene buenas perspectivas en materia de hidrocarburos. Estima que la producción de gas en 2026 se reducirá a una tercera proporción de la actual.

De su parte, la Fundación Jubileo, a través de un estudio reciente que efectuó sobre la materia, indica que el aumento de producción de gas natural que se produjo en los últimos años se debió a una explotación o recuperación más acelerada de los yacimientos en explotación, que, en términos técnicos, se considera que se trata de las reservas.

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