Traficantes de autos chutos sacan ventaja al Gobierno



En Oruro, el control logró decomisar, en un mes, 124 autos ilegales.

Teléfonos satelitales, emisarios, equipo técnico, una avanzada de gente armada y peligrosa. Son algunas estrategias que utilizan los contrabandistas para tener éxito en cruzar la frontera, especialmente con Chile, para proteger los vehículos indocumentados que introducen al país. Pese al esfuerzo que realizan ni la Aduana Nacional ni la Policía o las Fuerzas Armadas logran tomar el control de esta actividad ilícita, por la alta tecnología y la organización estratégica que usan estos grupos ilegales.

El Deber realizó un recorrido por zonas cercanas a la frontera con Chile, como Tambo Quemado, Cosapa, Turco, carretera a Pisiga, Oruro y Challapata. Las autoridades corroboraron que las rutas usadas por los contrabandistas son cientos de caminos de herradura que surcan ese sector del gélido altiplano, alejados de los controles fronterizos. Algunas poblaciones actúan como centros de acopio de la mercancía.

Pero ¿cómo ingresan al país? “Tenemos una frontera amplia con Chile, que es aprovechada por el contrabando. Pasan las fronteras por la noche desde Iquique o Arica. Hay gente que trabaja con ellos y que les indica los momentos en que no hay control. Hay gente que escolta cada vehículo. Entran en caravanas con mecánicos por si tienen desperfectos”, reveló el gerente regional de la Aduana de Oruro, Óscar Arancibia, basado en informes de inteligencia.

Un poblador orureño, que no reveló su nombre, aseguró que es común el uso de teléfonos satelitales, y si son interceptados por las autoridades aduaneras, evitan el decomiso de la mercancía usando petardos, piedras y hasta armas de fuego. “Todo por evitar perder el auto, que en muchos casos, es un camuflaje para transportar droga”, señaló.

Contó, además, que se dio el caso de que el Control Operativo Aduanero (COA), que es el comando policial que apoya a la Aduana con operativos contra el contrabando, halló enterrado un vehículo en cuyo interior se descubrió droga.

En algunos municipios se advirtieron amplios garajes de vehículos, con puertas metálicas totalmente cerradas. Funcionarios de Aduana indican que muchos patios de casas se los usa para guardar los autos, esperando algún perdonazo del Gobierno o que mejoren las condiciones para su venta.

También se comprobó una cantidad de vehículos con placa chilena en las calles de algunas comunidades, como Turco. Hace un mes, la presidenta de la Aduana, Marlene Ardaya, denunció que los contrabandistas de vehículos han aplicado un nuevo modus operandi con la clonación de placas de otros países y la falsificación de formularios del Sistema de Ingreso y Salida de Vehículos Turísticos. (El Deber)

 
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