Publicidad invasiva

Si usted escucha la radio… notará que gran parte de su contenido es simplemente publicidad. Si ve la televisión… se dará cuenta que un enorme porcentaje de su programación se destina a los avisos comerciales. Si lee los periódicos… advertirá que absolutamente todas sus páginas incluyen algún anuncio comercial.

Y si piensa que leyendo portales de noticias en Internet se librará de la publicidad… está completamente equivocado. La mayoría de los sitios de noticias o periódicos en línea incluye avisos pagados.

Si camina por las calles, avenidas y plazas… se encontrará rodeado de afiches, pancartas, gigantografías, pasacalles, logos, letreros, carteles, banners, incluso personas que regalan al paso volantes, papeluchos o invitaciones.

Si sube a un taxi, minibús o microbús… sentirá el ambiente impregnado de la publicidad que difunden por la radio. Si va en teleférico… notará que adentro y afuera de las cabinas la publicidad invade la vista de los pasajeros. Sí, señores: la publicidad invade permanentemente nuestros sentidos.

Particularmente los medios de comunicación tienen una rara simbiosis con la publicidad. De hecho el 99 % de ellos depende de la publicidad, su razón de ser ya no es “informar” o “entretener”…es simplemente “vender”.

La vieja pregunta de ¿qué fue primero: la gallina o el huevo? se traduce en: ¿qué fue primero: la publicidad o los medios?

La publicidad no podría existir sin los medios y viceversa. Por esta razón (nos guste o no), la “teletienda” y la “radiotienda” irán multiplicándose más, mientras que los contenidos irán decreciendo aceleradamente en creatividad e inteligencia.

(*) Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.

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