Cepal llamó a cambiar economías extractivistas

La desigualdad económica, social y ambiental obligará a la región a cambiar el modelo económico basado en las exportaciones de bienes extractivos, advirtió un último reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y consideró que una gran mayoría de las economías del continente se sustenta en la venta de recursos naturales sin procesar.

Bolivia no es la excepción, ya que el bajo precio del crudo afectó a la economía y la renta petrolera en los tres últimos años. El mayor descenso que sufre es en el gas natural, cuya producción disminuyó críticamente, pero al mismo tiempo, por la baja del petróleo, perdió el buen nivel que tuvo en la cotización internacional.

NUEVO PARADIGMA

En ese marco, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, instó a repensar el modelo económico y aplicar un nuevo paradigma que contribuya a poner fin a las desigualdades económicas, sociales y ambientales, a la vez que avanzar con mayor ímpetu hacia el desarrollo sostenible.

Ernesto Bernal, doctor en economía y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), opinó que el bajo ingresos de recursos económicos por los precios del petróleo en el mercado internacional afecta a Bolivia, y que se ingresó ya en un período de desaceleración económica.

LLAMADO

Por su parte, la alta funcionaria de la Cepal identificó en el evento "Fracturas en la globalización y sus implicancias para las economías emergentes", realizado en la Ciudad de México, en el marco del decimoctavo Congreso Mundial de la Asociación Económica Internacional (IEA), organizado en conjunto por el Centro Mexicano de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

Durante su intervención en el primer panel, titulado: "Repensar las finanzas globales - Perspectivas de las economías emergentes", Bárcena afirmó que "el capitalismo y la hiperglobalización nos han llevado a problemas sociales, políticos y ambientales que no son sostenibles, por lo que debemos repensar como sociedad en términos de consumo y producción".

Precisó que Latinoamérica requiere una política industrial y de diversificación productiva seria con miras a un mayor crecimiento y desarrollo. La Cepal ha propugnado en los últimos años el nuevo paradigma, sustentado en la denominada transformación productiva.

BOLIVIA

Los bajos ingresos por los precios del petróleo en el mercado internacional mermaron los recursos que llegaban al país, y se vieron afectados municipios, gobernaciones y universidades, así como el propio gobierno central.

En criterio de Bernal, los bajos ingresos afectarán a actividades económicas. Una muestra de ello sería el anuncio del presidente Evo Morales, con respecto a los recursos que destinará el Fondo Indígena, que dijo que sólo será para proyectos productivos, y que se distribuirá a los municipios por el número de concejales existentes.

El economista lamentó que los recursos generados durante los últimos años, 2006-2016, no hayan sido dirigidos a emprendimientos tecnológicos y mucho menos a productivos, y aún no se abordaron estos temas.

Opinó que solamente considerar el mercado interno para crecer no es lo correcto, ya que no se avanza en el desarrollo económico del país. Se mantiene sin grandes variantes en el país un modelo extractivista, como algunos otros países de la región.

INDUSTRIALIZACIÓN BÁSICA

El economista de la UTO, Ernesto Bernal, señaló que el Gobierno inició un proceso de industrialización de corte antiguo, que fue implementado en el siglo pasado en países de Europa, y no adecuado a la modernidad, basado en la innovación e investigación como se requiere para alcanzar los niveles de desarrollo de los países de la región.

Y es por ello que la desaceleración de la economía nacional se advierte debido a que no hay alternativas de productividad, y que el principal ingreso que tenía el país era la venta de gas, pero como los precios bajaron, los ingresos mermaron, y no hay otro sector que reemplace o tome las ventajas existentes. Indicó que al respecto, el Gobierno muestra mucho desinterés.

RECURSOS

Bernal señaló que alrededor de $us 60.000 millones recibió el Estado en los últimos 10 años, pero no se invirtió de manera inteligente, y no se avanzó en el desarrollo industrial y productivo del país, y así se hubiera disminuido la brecha con países de la región.

Con sólo la inversión de un tercio de esos recursos, Inglaterra habría desarrollado su industria, mientras que Bolivia dejó pasar el tiempo, y ahora se encuentra sin recursos, y acude al crédito internacional.

Lamentó que el Gobierno tampoco aprovechó los ingentes recursos y más bien se dedicó a la política, con anuncios cortoplacistas, de industrias precarias básicas y de priorizar el mercado interno. Precisó que la tasa de crecimiento en promedio creció a 4,7% en la reciente década.