Atentado a la cultura

Estoy pecando de repetitivo, pero no puedo evitarlo cuando se trata de cultura. Ocurre que con excelente criterio artístico en la parte exterior del Teatro al Aire Libre se pintó un mural histórico de la más alta calidad, por cuanto en el arte una obra de tal magnitud exige mucha experiencia y decisión para concretarla.

El autor de tan alto producto artístico ha sido el pintor Gastón Ugalde, quien debería ser mencionado frecuentemente y al Ministerio de Cultura, así como a la Municipalidad, les correspondería otorgarle alguna distinción que bien se la merece.

En pocas capitales del mundo se tiene una obra de tales alcances, en cuanto a su valía artística como al motivo que la inspiró. Nada menos que recuperar las imágenes de las personalidades más salientes del país, empezando en ex presidentes y terminando en figuras históricas de la vida política y cultural del pasado nacional.

Esta significación del mural, sin embargo, no merece el reconocimiento de las autoridades gubernamentales y edilicias, porque de otra manera deberían ser las primeras en proteger y lucir su calidad artística.

Decía que estoy incurriendo en ser repetitivo, pero ocurre que hace por lo menos un año escribí una nota como ésta, demandando que el mural histórico del Teatro al Aire Libre sea protegido. Pero no solamente eso, sino que no se atente contra una obra pictórica de tanto valor cultural e histórico.

Pues, sucede que una buena parte del mural está cubierto por unos locales de comida popular. Es deplorable que nuestra gente, de todos los niveles culturales, no sea respetuosa de obras de tanta significación artística e histórica.

No sólo peca sin rubor alguno de ignorante, sino que comete un atentado que, en este caso al menos, llega a extremos inauditos. Tanto contra el arte como contra la cultura.

Pocas ciudades en Latinoamericana tienen el privilegio de contar con una obra pictórica de semejantes alcances y calidad. En este punto, cabe relievar a las autoridades y al pueblo de México, por tener el privilegio de contar con murales de por lo menos un par de sus más brillantes exponentes en este arte mayor.

El mural pictórico e histórico del Teatro al Aire libre tendría que merecer la atención de las autoridades del Ministerio de Cultura y de la Municipalidad para ver qué se puede hacer para preservarlo, no solamente de la obstrucción que sufre actualmente con locales de comida, sino observar que en sus bordes altos se están produciendo desprendimientos del mismo muro y, por tanto, del mural.