Música clásica que culminó en la ópera

Los amantes de la música clásica debemos ufanarnos de la fertilidad con que la música clásica ha continuado manifestándose durante 2017 en la ciudad de La Paz. Se apreció muchos conciertos de orquestas y de voces maravillosas y coros. Fue un año memorable.

En el Círculo de la Unión, Centro Sinfónico, Iglesia Luterana, Teatro Municipal, Museo Nacional de Arte y otros escenarios disfrutamos con magníficos conciertos, como el recital de Canto y Piano de la soprano Anna Pardo Canedo y la pianista ucraniana-boliviana Natalya Shakhmatova. Por su parte Bolivia Clásica mostró los grandes adelantos en la formación de prometedores artistas, en un concierto memorable en el Círculo de la Unión. Allí se presentaron el pianista Marco Pérez Aguilar, el violinista Gabriel Bilbao Toledo y el clarinetista Lucas Viscarra Wilde, con la Orquesta de Cámara Juvenil de Bolivia Clásica, quienes fueron galardonados para realizar estudios de perfeccionamiento en la Real Academia de Música de Londres, los dos primeros; y en la Escuela Normal de Música de París el tercero. Estos son los logros de la Fundación Bolivia Clásica.

Lo impresionante del año musical fue la admirable ejecución de las 9 sinfonías de Beethoven que escuchamos entre el 15 de marzo y 18 de mayo, cuando la Orquesta Sinfónica Nacional demostró su alta calidad de interpretación de las más excelsas composiciones de grandes maestros. Este ciclo fue maravilloso, donde las 9 sinfonías del genio de Beethoven alcanzaron su máxima resonancia. Y con la novena, nuestra Orquesta Sinfónica llegó a una altísima consagración y donde las voces de Diana Azero, Akiko Makiyama, José Luis Duarte y Mauricio Aguilar, junto a la Sociedad Coral Boliviana, colmaron el entusiasmo del auditorio, y qué decir del director Weimar Arancibia, que alcanzó rotundo éxito. Fueron conciertos delirantes, como seguramente no se los escuchó antes.

La Orquesta Juvenil de Bolivia Clásica, dirigida por Armando Vera, presentó su último concierto en el Museo de Arte, esta vez con el solista de violín Eric Hosler, que tocó el concierto en mi mayor de Bach.

Finalmente, la culminación del año musical 2017 fue con la puesta en escena de La Traviata, de Giuseppe Verdi, en el Teatro Municipal los días 8, 9 y 10 de diciembre, lograda con la colaboración de la excelente soprano Carolina Gómez y el barítono Cristian Maldonado, ambos argentinos; el tenor boliviano Israel Alarcón, bajo la Dirección del Productor, actor y cantante Leonel Fransezze. La Traviata es una de las óperas más populares, con repetidas representaciones en los Teatros.

Tal es su popularidad que Ricardo Estrada dijo: “en este momento en alguna sala de teatro del mundo se está dando esta ópera”. Es una obra romántica del Siglo XIX, basada en la novela La Dama de las Camelias, de Alejandro Dumas (hijo). Violeta, una cortesana de París, es seducida por Alfredo, cuyo romance es interrumpido por su padre que se opone a esta unión, por convencionalismos sociales y así asegurar el enlace matrimonial de su hija. Todo concluye con arrepentimientos y la trágica muerte de Violeta. Tiene aires conmovedores con bellas melodías inolvidables.

La puesta en escena de La Traviata ha tenido la osadía de utilizar la vestimenta de la chola, aspecto que no está muy bien caracterizado en la ópera y no se consiguió el efecto seguramente buscado. Otra cosa habría sido que Violeta, con atuendo de chola, hubiera conseguido el aire y garbo de la coquetería y gracia que luce, por ejemplo, la Claudina de la película Los Andes no creen en Dios.

No obstante, este final musical del año 2017 fue espectacular y seguramente ha emocionado a los amantes del bell canto y ha despertado en otros el gusto por la fascinante ópera.

Otra vez exhortamos a las autoridades pertinentes, municipales principalmente, a que no cierren los ojos y los oídos ante el clamor por la necesidad de dotar a La Paz de un colosal Teatro de la Ópera, en el lugar donde está el horroroso Panóptico de la ciudad, que debería ser trasladado.

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