Brasil sumará ventajas en futuros contratos

En las próximas negociaciones de gas natural los futuros precios del hidrocarburo no incluirán a los líquidos, sino la base será gas seco, es decir sin gasolinas especiales ni Gas Licuado de Petróleo (GLP). Según el experto en hidrocarburos Mauricio Medinaceli, la oferta y demanda definirá el valor de venta en la región. Brasil con su producción doméstica y la oferta de otras partes del mundo, buscará tarifas bajas y criterios de indexación al mismo gas o Gas Natural Licuado (GNL) pero con tendencia de cotizaciones a la baja.

El experto en hidrocarburos, Hugo del Granado, coincidió con Medinaceli, al indicar que quedará atrás el referente de los líquidos, y ahora el mismo será el gas, debido a la oferta que se proyecta en la región, el caso argentino, en la que la empresa española YPF anunció que exportará a mercados vecinos y de ultramar.

ESCENARIO

El desarrollo de los campos Vaca Muerta en Argentina y el Presal en Brasil, han modificado el mercado del energético en la región, y Bolivia va a tener que competir con precios.

Del Granado dijo que si bien las autoridades nacionales dicen que el gas boliviano todavía es competitivo, en referencia a las recientes declaraciones del ministro del sector, Luis Alberto Sánchez, relativamente sí, por el gasoducto que tiene con el Brasil, pero deberá negociar con los administradores del mismo para ofertar un valor competitivo.

PROYECTO

Medinaceli señala en su blog que está por finalizar el mayor proyecto nacional de los últimos 50 años que fue Brasil. Un proyecto gestado y acordado entre Bolivia y el vecino país en la devaluada “época neoliberal”, un proyecto que curiosamente nos dio de comer en el llamado “Socialismo del siglo XXI”.

“De hecho, la mitad del crecimiento económico de los últimos 10 años, se debió a la exportación de gas natural a Brasil. En fin, un proyecto al que los bolivianos le debemos mucho, entre otras cosas, le debemos las aventuras de gasto de los últimos diez años”, sostuvo.

PANORAMA

Medinaceli describió un panorama adverso para Bolivia, debido a lo poco o nada que se hizo para reponer las reservas consumidas, en los últimos años.

“Desde nuestra debilidad (como Bolivia) en materia de reservas certificadas de gas natural, la pobre gestión exploratoria (aún estamos con el rosario en mano para ver los resultados de un campo… sí, un campo), la agresiva política diplomática que se tuvo con Petrobras durante la euforia “nacionalizadora”, la ausencia de nuevos mercados (Paraguay y Perú son muy pequeños), la insuficiente política de industrialización del gas natural”, describe la situación actual del sector en el país.