El Regreso

En momentos en que la administración del presidente argentino Mauricio Macri parecía estar atravesando por una de sus fases más difíciles, acudieron en su auxilio los jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Veinte, cuya presidencia pro témpore fue traspasada de Argentina a Japón en dicha cumbre.

En esa oportunidad, y como una parte del programa de eventos preparado para dicho acontecimiento, al cierre de la primera jornada de la Cumbre se presentó, en el famoso Teatro Colón de Buenos Aires, un espectáculo de danza, música y videos mapping, denominado “Argentum”, obra que conmocionó a todos los miembros del G20, y hasta arrancó lágrimas de emoción al propio presidente argentino.

Dicha presentación, según sus creadores, consistió en una experiencia muy original, para cuya realización se hizo una convocatoria nacional, a la cual se presentaron más de 700 aspirantes, de los cuales sólo 70 fueron escogidos. Era la primera vez que el tradicional Teatro Colón se iluminaba en su fachada y en sus ambientes interiores, con proyecciones acompañadas de música y narrativa, que se constituyeron en un inolvidable homenaje a la música y a los compositores argentinos, en un despliegue de danzas autóctonas y citadinas como el tango, el malambo, y el moderno hip hop.

Una experiencia similar a la expuesta en el preámbulo, y quizás con parecidas características que las exhibidas en el señorial teatro bonaerense, los paceños pudimos disfrutar en nuestro no menos hermosísimo y centenario Teatro Municipal, de una encantadora obra puesta en escena por “All That Jazz Producciones”, un emprendimiento artístico netamente boliviano, creado y dirigido por Ana Espinoza y Erika Ayala, dos jóvenes artistas y empresarias que, desde hace dos décadas, se impusieron generar esta noble como encantadora tarea.

“El Regreso”, como es denominada la citada obra de teatro musical boliviana, escrita e inspirada por el joven guionista Bernardo Ayala, es una narrativa de amor contada a través de una muy bien escogida selección de temas netamente nacionales, que realzan el nombre de nuestra amada Bolivia, y rinden un merecidísimo homenaje de gratitud a los compositores, canta autores, poetas y genios del arte que generalmente corren la suerte del más penoso olvido.

Las angelicales voces de Joaquina Revollo, Andrea Camacho y del Director Vocal, Mauricio Clavijo, unidas al talento del Director Musical Luis García; del Director Actoral Marcos Arandia; así como de todo el elenco de la extraordinaria obra, sólo nos convocan a la más cálida gratitud por este prodigioso musical que, en momentos en que la oclocracia y la chabacanería han copado el ámbito político y nos apabullan cotidiana y pertinazmente con su perverso deseo de volver, pero sin devolver, ingresan en nuestro espíritu, como una magnífica señal de sublimes tiempos, y la esperanza de “El Regreso”.