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Empresas de construcción que pierden dinero y quiebran



 GALERÍA(4)

Algunas tienen éxito otras se quedan en el camino y en más quiebran o fracasan en el intento a pesar de las ambiciones y dedicación inquebrantable de quienes las iniciaron.

Sin embargo, en una construcción no se pueden pasar por alto los detalles de compra, sean grandes o pequeños. Una constructora no es un negocio que se puede abrir solo por tener dinero y tiempo suficiente.

Según Arquimex, Lo mejor es iniciar en una rama específica en la que se posea experiencia y que asegure el éxito. Lo importante es jamás confiar en que las personas contratadas sustituirán la falta de experiencia. Pero las causas pueden ser múltiples y hay que revisarlas una por una y ese es el desafío de esta publicación.

La mayoría de los casos de quiebras o pérdidas radican en la mala realización de los presupuestos de obra o en la ausencia de uno. Un precio calculado por debajo del precio real es una pérdida para la empresa; un precio calculado por encima del precio real hace que se pierda el contrato.

Día a día el medio se vuelve más competitivo. Para poder competir en igualdad de condiciones, es indispensable trazar análisis juiciosos, donde se expongan nuestras fortalezas basadas en cifras reales.

Hay empresas que usan bases de datos de precios, pero no se preocupan por verificar que sean reales o que su actualización se haya basado en el precio real del mercado, y no solo por medio de un ajuste general inflacionario.

Estas bases sirven como punto de arranque para hacer un presupuesto preliminar.

COMPETENCIA

Actualmente el principal problema de toda constructora es la competencia. El error más común es creer que la mejor forma de competir es ofrecer mejores precios, pero esta estrategia sin un plan de disminución de costos es un lento suicidio.

Algunas alternativas para enfrentar a la competencia son:

+ Hacer un análisis de los competidores para repetir lo que les funciona a ellos.

*Negociar precios con proveedores para disminuir costos.

*Especialización en un ramo para diferenciarse.

*Adelantarse en el uso de nueva tecnología para innovar.

*Enfocarse en las necesidades del cliente para brindarle un buen servicio *Detectar y explotar las ventajas competitivas.

CAPACITACIÓN INADECUADA

En la industria de la construcción los contratos de obra son finitos, lo que crea la necesidad de mano de obra intensa durante periodos cortos, es decir, el personal obrero no es permanente.

Por la eventualidad de los trabajos, la mayor parte del personal viene del campo, de zonas marginadas y de estratos educativos bajos, lo que hace notoria la escasa formación del personal de este sector en comparación con otras industrias, provocando escasez de trabajadores calificados.

Sin embargo, como la mayor parte de las empresas constructoras contratan al personal por obra determinada y no siempre se tiene la seguridad de obtener nuevas, se pone en segundo término o se le da poca importancia a la capacitación del personal, pues se piensa que una vez concluida la obra el personal dejará de trabajar para la empresa y que los frutos de esta capacitación los cosechará alguien más, quizá la competencia.

Lo anterior crea un círculo vicioso, dejándonos al margen de las ventajas competitivas que proporciona la capacitación y el adiestramiento, y a la vez hace insuperable el problema de escasez de trabajadores calificados.

Esa demora en el pago, aun recibiendo intereses posteriormente, obliga a las empresas a pedir préstamos o tomar medidas desesperadas que ocasionan pérdida de dinero.

Dependiendo del tamaño de las obras es conveniente tener personal dedicado el 100% del tiempo a generar estimaciones, hacer cobranza, pedir revisiones y otros.

Es frecuente escuchar a empresarios que dicen “no sé si estoy ganando dinero o perdiendo”. Esto es muy peligroso, ya que de eso depende la supervivencia de la empresa.

Nunca se debe mezclar el dinero de las obras entre sí, ni el de la operación de la constructora. Es preferible usar la contabilidad general y sus criterios (partida doble) para registrar y controlar los centros de costos (frentes de obra). Pueden llevarse controles paralelos no-contables, solo si no se duplican esfuerzos o contraponen criterios y resultados. El control debe ser concentrado en los elementos de mayor peso en cada obra.

La mayoría de los paquetes de contabilidad, como Opus, tienen la capacidad de manejar centros de costo, cuentas, subcuentas y subcuentas y permiten el registro del monto presupuestado a cualquier nivel.

MALA ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS HUMANOS

Dado que una firma constructora requiere la capacidad de crecer y decrecer con flexibilidad, el proceso de selección y reclutamiento de personal apropiado es un elemento fundamental para el éxito.

Adicionalmente, al considerar que es difícil que estas organizaciones puedan contar con profesionales de la especialidad, es necesario que el propio director o alguien del siguiente nivel desarrolle cierta habilidad y se ocupe personalmente de esta función.

Como generalmente somos ingenieros o arquitectos y no psicólogos, el consejo es simple: hay que estudiar y practicar tales técnicas bajo la guía autodidacta de publicaciones como las que se mencionó antes. Sin duda, esto ayudará a que usted pueda decir “ahora sí, contraté al mejor”.

Y aunque la psicología es una ciencia no precisamente exacta, las probabilidades de equivocarse después de estudiarla se verán reducidas considerablemente.

De la misma manera que se lleva a cabo la incorporación de personal nuevo al incrementarse las contrataciones, deben saber aplicarse técnicas de selección para identificar a quiénes será necesario desincorporar de la compañía al reducirse la cantidad de obra.

No hay que caer en el error de desincorporar a los que ya finiquitaron con oportunidad su obra y son excelentes personas y profesionales; a los que se debe desincorporar (“guillotinar”), son a aquellos malos elementos cuya obra está empantanada y sin estimar, aun a sabiendas que un reemplazo tardará en ponerse al día.

EL ANTICIPO EN COSAS SUPERFLUAS

Los anticipos en los contratos de obra pública representan un pago por adelantado que realiza la dependencia o entidad para que el contratista realice en el sitio de los trabajos la construcción de sus oficinas, almacenes, bodegas e instalaciones y, en su caso, para los gastos de traslado de la maquinaria y equipo de construcción e inicio de los trabajos.

Los anticipos tienen como objetivo apoyar la debida ejecución y continuidad de las obras y servicios. Es importante mencionar que para determinar el porcentaje de los anticipos que se otorgarán, las dependencias y entidades deben tener en cuenta las características, complejidad y magnitud de los trabajos.

Así, la entrega de los anticipos representa una gran responsabilidad, puesto que un mal manejo de éstos puede originar retrasos en la ejecución de los trabajos, suspensiones de obras, terminaciones anticipadas, rescisiones de los contratos e, incluso, que los contratistas indebidamente se apoderen de los anticipos y desaparezcan, sin que sea posible localizarlos para cualquier reclamo.

 
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