Publicidad

    

La Ingeniería Inversa cambió la historia de la informática para siempre



 GALERÍA(3)

Estamos en los 80´s IBM era el dueño y señor de los bits y los bytes. En aquella época Apple, Microsoft y los fabricantes de aquellos legendarios ordenadores de 8 bits también despuntaban, pero todo daba igual: el gigante azul dominaba con mano firme la informática empresarial y para muestra un botón: el PC no se llamaba PC. Se llamaba IBM PC.

Los responsables de aquella empresa tenían a todas las otras empresas de brazos atados, y lo hacían con una técnica de lo más efectiva: aunque publicaron buena parte del código fuente del sistema operativo que gobernaba aquellos PCs antediluvianos, lo que no permitían replicar era el código de la BIOS, aquel sistema que les permitía ser los únicos en poder ofrecer sus PCs. Y entonces llegó Phoenix Technologies para cambiar el mundo con una técnica mucho menos oscura de lo que podría parecer: la ingeniería inversa.

La habitación limpia

Bernard A. Galler contaba la historia de aquel hito hace años en ‘Software and Intellectual Property Protection’, un libro en el que relataba cómo en IBM estaban chochos y contentos al controlar su ecosistema de una forma tan eficiente

En su libro Galler explicaba cómo algunos fabricantes trataron en ciertas ocasiones de comercializar PCs clónicos con copias de su BIOS, e IBM les paró los pies a base de demandas legales. Ahí es donde Phoenix Technologies aprovechó el concepto conocido como “habitación limpia” o ‘clean room’ para tratar de replicar aquel subsistema tan importante.

Establecieron dos grupos de ingenieros muy distintos y completamente separados visualmente. El primer grupo de ingenieros estudió la BIOS de IBM, cuyo código ocupaba unos 8 KB, y describieron todo lo que ese subsistema iba haciendo sin hacer referencias al código como tal. Simplemente les indicaban a los miembros del segundo grupo de ingenieros cómo se comportaba la BIOS paso por paso.

A partir de esas instrucciones funcionales, el segundo grupo tenía una misión igualmente crítica: tratar de replicar lo que hacía ese subsistema, pero programándolo desde cero y sin poder copiar ni una línea de código de la BIOS de IBM porque literalmente no habían tenido acceso directo a ella.

El resultado fue increíble: lograron replicar perfectamente la BIOS de IBM, con algunas coincidiencias no intencionadas en el código y eso fue el detonante de que la industria pudiera acceder a una alternativa a aquel código tan restrictivo.

El PC clónico había nacido, e IBM perdió el control del hardware. ¿Quién fue el gran triunfador de aquella historia? No fue IBM, desde luego, pero tampoco lo fue Phoenix Technologies. Fue Microsoft.

La aparición de los PCs clónicos permitió que sus sistemas operativos - MS-DOS, luego Windows - acabaran por ser el estándar de facto para un segmento que creció como la espuma gracias a una solución de ingeniería inversa de la que pocos acabaron enterándose.

IBM acabó reconociendo que no podía demandar a Phoenix Technologies por esa aproximación al problema, y aquello funcionó para un gran número de fabricantes que aprovecharon aquella opción.

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (337 Kb)


Publicidad
 
Cotizaciones
1 Dólar:6.96 Bs.
1 Euro:7.65 Bs.
1 UFV:2.31986 Bs.

Impunidad
Publicidad