Conductas que obstruyen la educación de los hijos

Los padres de familia cuando ejercen el rol de educadores con los hijos, se preguntan ¿cómo los estilos de vida actuales, han ido incorporando comportamientos que pueden afectar el desarrollo óptimo de la identidad de los niños y jóvenes? lo que conlleva a trastornos emocionales y psicológicos cuando menos, señaló el psicólogo Fernando Ledesma.

Señaló que las influencias diversas que se exponen en la sociedad pueden traducirse, en algunos casos, en conductas de riesgo que pueden desencadenar en trastornos de la salud, como adicciones, enfermedades, conductas antisociales, bajo rendimiento académico, violencia, deserción escolar e incluso, problemas legales.

Para el especialista, la complejidad que plantea el mundo actual para los niños y adolescentes no sólo está enmarcada en las decisiones que enfrenta en su mundo infantil, sino también en relación con sus relaciones sociales, familiares, uso del tiempo libre, relaciones afectivas, la cual está llena de dificultades que no puede sortear solos, por lo que se verán inmersos en ambientes poco favorables, que pueden poner en riesgo su salud y llevarlos a conductas de riesgo.

En esta etapa –dijo– es muy importante el apoyo de los padres y los profesores, con el fin de identificar situaciones nocivas de los progenitores o educadores a la hora de implicarse en la formación de los niños y adolescentes. A continuación les presentamos algunas recomendaciones para un desarrollo educativo adecuado de los hijos.

“Cuando los hijos ingresan a la escuela y llegan las primeras actividades escolares ahí están papá y mamá, al lado de los niños, pero no conciben que la responsabilidad de aquellas actividades son para los hijos, no de la familia”, explicó.

Aclaró que el deber de los padres es velar que el niño o la niña tengan todos los materiales y el espacio para realizar las actividades, además de facilitar la organización del tiempo y asesoramiento oportuno, cuando sea necesario. “En ese entendido el papel de los padres es el de supervisores, deben vigilar que el trabajo escolar sea terminado o cumplido, pero no entrar en el contenido, porque se trata de que las tareas las hagan los niños o niñas, sólo así los padres podrán trabajar la autonomía de los hijos”.

La responsabilidad de los padres no implica que si el niño plantea alguna duda no se le den pistas o herramientas para resolverla.

Expertos educadores exponen que hacer de maestros y padres al mismo tiempo trae muchos problemas, lo que repercute en conflictos familiares y dependencia, por lo que este reto no podrá ser logrado si los padres no cuentan con paciencia y un amor incondicional.

“Los niños necesitan que haya alguien supervisando sus actividades escolares y apoyando el trabajo escolar, pero no debe significar fomentar la dependencia. Ahora, si los hijos tienen dificultades de aprendizaje o necesitan refuerzo, el consejo es buscar un profesor particular”, sostuvo.

PROBLEMAS

Para la educadora Wilma Lazarte, los padres deben tener en cuenta que resolver los descuidos de los hijos dificulta que ellos lleguen a la madurez. Es necesario enseñar a los niños a resolver problemas a cualquier edad para evitar la dependencia y la ineptitud en ellos.

Los progenitores deben enseñar a los niños a organizarse y planificar sus actividades tanto de la escuela como en el hogar, no están obligados a hacer sus deberes a última hora debido a un descuido, con el riesgo de no presentar un examen o una tarea por olvido u omisión, pero si los padres les resuelven todo ‘con tal de que estudien’, no madurarán, no asumirán responsabilidades ni aprenderán a ser autónomos.

FOCALIZACIÓN

Indicó que los padres no deben focalizar su relación con los hijos sólo en los estudios, el valor de una relación no debe estar centrada en cómo le fue en la escuela o la nota que sacó en los exámenes del día.

Lo primordial es hacerle saber a nuestros hijos que nos interesan ellos, que sus vidas son valiosas y que los amamos mucho, lo que implica la apertura mutua de espacios de confianza y responsabilidad en la familia, todo en marco de encaminar el proceso formativo.