Diseñan vendajes que cambian de color indicando si hay infección

Científicos chinos diseñaron unos vendajes “curitas” que detectan si existe infección, el tipo y qué tratamiento requiere para suministrarlo. Trabajan en base a un sistema de semáforos para informar tanto al paciente como al equipo sanitario, en caso de hace falta, del resultado de sus tests y, aunque aún quedan hacer más pruebas por realizar, los resultados, según avanza Science Alert, son alentadores.

Estos nuevos vendajes inteligentes que utiliza el sistema de semáforos, tienen como objetivo, dicen sus creadores, de combatir la resistencia a los antibióticos administrando el tratamiento correcto y, además, contribuir a una curación rápida de las heridas.

El sistema de semáforos hace que no sea difícil entender cómo funciona. Si el vendaje muestra el color verde no hay nada de qué preocuparse. No hay bacterias o, en el caso de haberlas, la concentración es baja. El amarillo/ámbar indica que se han detectado bacterias que responden a los antibióticos estándar liberándolos para su aplicación.

El rojo, el peor de los casos como se puede deducir, significa que hay bacterias, pero que son resistentes a los antibióticos y requieren de otro tratamiento para. Además, cada color tiene diferentes grados. A más oscuro, mayor concentración de bacterias.

Las pruebas realizadas hasta ahora han sido en laboratorio y con ratones. Durante su realización, señala Sciencie Alert, se han podido detectar y tratar infecciones como el E.coli. En el caso de que el color sea rojo, añaden, se puede recurrir a un haz de luz intenso para tratar la infección liberando “una especie de oxígeno” que debilite a las bacterias.

“La detección de infecciones bacterianas y el control de la resistencia a los medicamentos son muy importantes para la selección de opciones de tratamiento”, explican los autores de la investigación, pertenecientes a la Academia de Ciencias de China.

Entre las ventajas, además de la rapidez de la aplicación del tratamiento en caso de necesitarlo, está el hecho de que se puede llevar de manera fácil y no necesita a un equipo médico detrás para aplicarlo.

“Este trabajo desarrolla una nueva forma para el uso racional de los antibióticos. Dado el bajo costo y la fácil operación de este dispositivo de punto de atención, puede desarrollarse para aplicaciones prácticas”, señalan sus responsables.