Festividad de la Candelaria en la Angostura

Uno de los más antiguos pobladores de Tarija y sin duda el más ilustre de todos los tiempos, fue el conquistador hispano don Pedro Ortiz de Zárate. A su retorno de la expedición de Almagro a Chile (1538), cuatro décadas antes de la fundación de la Villa de Tarija (1574); dos años antes de la fundación de Charcas (1540); siete antes del descubrimiento del Cerro Rico de Potosí, (1545), diez antes de la fundación de La Paz y cuarenta y cinco antes de la entronización de la Virgen de Copacabana en el Titicaca (1583), se estableció en las proximidades del Valle de Concepción, en la hacienda de la Angostura que se la bautizó Candelaria, por la imagen de la Virgen que trajo consigo al Nuevo Mundo de su paso por Canarias.

En los vastos territorios que abarcaba la gran encomienda de Humahuaca que se adjudicó, fundó la ciudad de Nieva destruida por los beligerantes nativos y la población que en recordación de su tierra natal bautizó como Alava, resurgiendo más tarde bajo nominación de Jujuy. Por sus méritos la Corona lo nombró primer Adelantado de las provincias del Río de la Plata, recibiendo el encargo de abrir a orillas del Atlántico un puerto, por ser vía más corta para el traslado argentífero de Potosí a España, que no pudo cumplir a causa de la peste de la malaria que prematuramente cegó su existencia, pero años más tarde su albacea y sobrino Juan de Garay emprendió la fundación de Buenos Aires.

En la sede vecina al Valle de Concepción, llegó a establecer en épocas tempranas los primeros viñedos y la hacienda ganadera más grande de la Real Audiencia de Charcas, con más de 4.000 cabezas de ganado vacuno, además de equinos y caprinos, que a decir del cronista franciscano Corrado cimentaría la futura riqueza ganadera de Argentina, además de la vitivinícola por resultar más fácil trasladar las cepas desde la Angostura que encargarlas al Viejo Mundo.

Desde los lejanos tiempos de la colonia, cada 2 de febrero en este lugar se efectuaban las mentadas fiestas en honor a la imagen de la Virgen que oficiara de la Primera Patrona de Tarija, recibiendo multitudes de peregrinos procedentes de la república Argentina, que en nuestros días la noche anterior tripulando sus propios vehículos cruzan la frontera para participar en los oficios religiosos de la fiesta, además de disfrutar ese día las comidas, bebidas y tradiciones propias del lugar, para retornar por la noche a sus lugares de origen en el vecino país.

El pasado domingo, algo similar sucedió en la altiplanicie tarijeña a los pies de la cordillera de Sama y orillas de la laguna de Taxara, donde el sucesor de don Pedro nombrado segundo Adelantado de las provincias del Río de la Plata (su hermano Juan Ortiz de Zárate), al contraer nupcias en Potosí con la Coya (reina) Leonor Yupanqui, encargó a la orden de San Agustín fundar la población de Copacabana en cuyo altar mayor se instaló la obra de su sobrino de la realeza Inca Tito Yupanqui, oficiando a partir de ese momento de capital espiritual de toda la región, hasta que se incendió el templo destruyendo la milagrosa imagen, subsistiendo en nuestros días las copias que se enviaron a Humahuaca y el lago Titicaca. Esta sería la razón para que en tiempos de la república se creara la nueva capital a Yunchará, en momentos en que se abría el camino hacia el Chaco para sustentar la defensa en la guerra con Paraguay.

Por convertirse ambas fiestas en nuestros días en un atractivo turístico para la vecina república, el Concejo Municipal de Uriondo acaba de declarar a la festividad de la Candelaria de la Angostura Patrimonio Cultural de la Provincia, y por el éxito que el pasado año alcanzara el Festival que el domingo siguiente se organizó en la plaza principal del Valle, decidió oficializar la celebración de la Octava de la fiesta de la Candelaria en esa capital, con la participación de diversos conjuntos de música y danza para que los visitantes disfruten de la música tradicional tarijeña, además de degustar variedad de platos y bebidas propias de la región.