Planta de cloruro de potasio, ¿otro fracaso?

El proyecto de producción de carbonato de litio y cloruro de potasio (KCl) arrancó en mayo de 2008. En principio para la escala industrial se proyectó producir 30.000 toneladas (t) de carbonato de litio y 700.000 t de KCl. Para concentrar las sales de litio y potasio, se eligió el método de la evaporación solar en piscinas, donde al ir disminuyendo el agua de la salmuera, las sales se van concentrando y al llegar al punto de saturación se precipitan en forma de cristales. Las primeras sales en precipitarse son el cloruro de sodio (NaCl) y casi simultáneamente el KCl. El resto de la salmuera donde están el litio y el magnesio se bombea a otras piscinas.

Luego de varios años de tropiezos de carácter técnico en escalas piloto y semiindustrial, sorpresivamente en 2015 se decidió bajar a producción anual a la mitad, vale decir de 700.000 t a 350.000 t en el KCl, que hubiera representado el 1% de la producción mundial de 2018. La producción de KCl se realiza mediante flotación separando el KCl del NaCl.

El 13 de julio de 2015 se firmó el contrato con la empresa china CAMCE para la construcción, montaje y puesta en marcha de la planta industrial de KCl, con una capacidad anual de 350.000 t y un costo de 178 M$us (que al final costó 188,1 M$us), en un plazo de 30 meses. Con retraso fue inaugurada el 30 de septiembre de 2018 y empezó a operar el 8 de octubre. El entonces viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Luis Alberto Echazú, dijo que para ese año se proyectó una producción de 32.000 t del fertilizante, 95.000 t para 2019 y hasta 180.000 toneladas de KCl en 2020. En mayo de 2019 el entonces gerente de YLB Juan Carlos Montenegro manifestó que dicho año la producción iba a estar entre 70.000 a 80.000 t y que en 2020 subiría a 350.000 t.

De acuerdo con la publicación de LR, Brasil y Chile, los únicos mercados para cloruro de potasio (02/02/20) con datos extractados del Instituto Nacional de Estadísticas, señala que la venta (producción) de KCl en 2018 alcanzó a 2.969 t, mientras que en 2019 se vendió 28.400 t, vale decir el 8% de lo proyectado. El mes de mayor venta fue septiembre con 3.432 t. La extremadamente baja producción de la planta se debería a ajustes todavía necesarios, pero fundamentalmente a la bajísima alimentación, que tiene que estar relacionada con una insuficiente evaporación en general y en especial con las elevadas precipitaciones pluviales.

Una publicación de P7, titulada Planta de Cloruro opera al 10% y YLB reclama al seguro por bombas perdidas (22/01/20), indica que según el nuevo viceministro Luis Ferrufino, “hoy estamos produciendo apenas 25.000 toneladas por año, no llegamos ni al 10%”, indicando que la planta tiene problemas con la producción de materia prima, que hay problemas en las piscinas de evaporación ya que solo están funcionando 45 piscinas de las 160 instaladas, que de las 88 bombas de salmueras solo están funcionando 39, que 14 bombas quedaron dañadas por las lluvias, por no haberse tomado las previsiones técnicas necesarias. Se reclamó a la aseguradora Credinform para que se haga cargo de la pérdida de las bombas que se perdieron bajo el agua. Indicó también algo inquietante, que el peso de la salmuera contenida en las piscinas ocasionó perforaciones en la parte baja de cada estanque, lo que ocasionó que la salmuera vuelva hasta el seno del salar” (seguramente por deficiente construcción de las piscinas y porque en la época lluviosa aumenta la altura de la salmuera, lo que aumenta la presión),

Finalmente indicó “Vamos a evaluar (la situación de la producción de la planta) para ver si va a desembocar en una auditoría o se va a solucionar por medio de la Contraloría, para dar con los responsables de estos temas perjudiciales para YLB”.

Tenemos información de que por su desesperación de acelerar la precipitación de las sales, los operadores redujeron la altura diseñada de las salmueras en las piscinas de 2 metros a 40 centímetros, vale decir necesitarán una superficie de las piscinas de 2/0,4=5 veces mayor. Al ser utilizadas geomembranas que impermeabilizan las piscinas y son caras, además del costo de las obras civiles, los costos de producción subirán enormemente.

Indudablemente se trata de varios problemas no previstos en la planta semiindustrial (arrancó el 09/08/12), porque entre otros se descuidó el control de la pluviometría en las 4 estaciones meteorológicas instaladas en el salar en 2011, que registran precipitación pluvial, temperatura, humedad, velocidad de los vientos y presión atmosférica. Hay que resaltar que las inundaciones (que alcanzaron una altura de 70 a 90 centímetros o 700 a 900 milímetros) por las fuertes lluvias, ocasionan un retroceso a la evaporación diluyendo la concentración de la salmuera, que tardará meses solo en evaporar el agua excedente, y evitan realizar las obras civiles para la construcción de piscinas.

El Dr. Ing Jaime Claros en un informe de febrero de 2012, indica que la costra salina de toda la superficie del salar se encuentra prácticamente inaccesible por lo menos 6 meses, paralizando toda actividad laborable. Por su parte el entonces gerente de la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos, Luis Alberto Echazú (Opinión 30/08/15) indicó “… hacemos los diques con la sal y cuando se inunda (el salar) no podemos hacer eso, es otra desventaja que tenemos, aun así el trabajo efectivo de piscina es seis meses y medio, siete máximo”.

Los resultados de más de un año de operación de la planta industrial, ponen en serio cuestionamiento el método de evaporación solar para la elaboración del KCl, a pesar de su pronta precipitación. La elevada inversión y las fuertes pérdidas operacionales por la bajísima producción, obligan a realizar de inmediato una minuciosa auditoría por una empresa extranjera especializada, para analizar el funcionamiento de la planta, determinar las modificaciones necesarias y sugerir la tecnología adecuada, si es necesario cambiar la de evaporación.