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Tecnología robótica

Cuarta revolución industrial transforma mercados laborales

> Organismos internacionales plantean agilizar las regulaciones para encarar los nuevos desafíos que se vienen para el empleo; en Bolivia, el empresariado propone modernizar las normativas.

La cuarta revolución industrial está transformando los mercados laborales a lo largo y ancho del planeta con nuevas tecnologías como la robótica, las plataformas digitales y la inteligencia artificial, según el artículo publicado en su Blog del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), elaborado por Verónica Alaimo y Nicolás Soler, de la División de Mercados Laborales del BID, y la experta invitada María Noel Chaves, sobre el informe ¿Cómo garantizar los derechos de los trabajadores en la era digital?

Ya la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que la llegada de nuevas tecnología a los procesos de producción implicaría mayor dificultad a la hora de buscar trabajo para los nuevos profesionales.

Mientras el Banco Mundial (BM) plantea que los nuevos profesionales deberán lidiar con la inteligencia artificial, y por lo tanto los países deben tomar más atención a la formación de su capital.

En su momento, el economista Bernardo Fernández señaló que los países, a nivel general, en especial los desarrollados, van tras el talento humano para encarar los desafíos del futuro, como la inteligencia artificial.

Ahora, el Blog de las expertas señala que la velocidad de esos cambios es vertiginosa, resultando en ocupaciones que van en declive, mientras nuevos trabajos y formas de trabajar comienzan a tomar la palestra.

Sin embargo, históricamente las regulaciones laborales han sido extremadamente lentas en ajustarse a los cambios en el mercado. Por lo general, los reguladores conceptualizan nuevas reglas y luego pasan meses o años redactando el proyecto y presentando un primer borrador para comentario público.

Después examinan esos comentarios, los discuten en las cámaras de diputados y senadores, y llegan a un consenso sobre una versión final que, una vez aprobada, rara vez se revisa. ¿Cómo agilizar este proceso para hacer frente a los retos y oportunidades que trae consigo el futuro del trabajo?

Alternativas para modernizar las regulaciones

La quinta entrega de la serie El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe, titulada ¿Cómo garantizar los derechos de los trabajadores en la era digital?, plantea la urgencia de actualizar las regulaciones laborales.

Por un lado, la aparición de nuevas formas de contratar a través de plataformas digitales regidas por algoritmos está alterando el funcionamiento de los mercados de transporte, reparto y servicios digitales, entre otros.

Por otro, la tecnología ha hecho posible trabajar de forma remota desde cualquier lugar y en cualquier momento. Todo esto en un contexto en donde las relaciones de los trabajadores con sus empleadores se siguen basando casi exclusivamente en la distinción entre asalariados y autónomos.

Esas relaciones dejan cada vez más zonas grises (los trabajadores asalariados formales cuentan con un régimen de protección laboral y de seguridad social amplio, que desaparece o es significativamente menor para los trabajadores autónomos).

Indicios de

subordinación

La publicación también destaca distintas alternativas que pueden tomar los países para modernizar su legislación laboral. La opción menos “radical” es legislar para disminuir las zonas grises, minimizando las diferencias entre ser dependiente o autónomo.

Una segunda opción es crear un bloque de derechos laborales básicos para todos los trabajadores, sin distinguir entre dependiente y autónomo, y luego ofrecer otros beneficios atendiendo las distintas modalidades. En el otro extremo, una tercera opción es otorgar protección universal a todos los ciudadanos, independientemente de si trabajan o no.

“Aquí el desafío es cómo financiar esta posibilidad, y luego agregar otros bloques de beneficios con un financiamiento parecido al actual, a través de contribuciones de trabajadores, empleadores y Estado. Además, es importante legislar para reconciliar las diferencias entre las diversas formas de trabajo y perfiles de trabajadores y aprovechar la tecnología para mejorar las instituciones públicas que ejercen roles reguladores”, se preguntan las autoras.

El estudio analiza cómo las nuevas tendencias pueden ayudar a romper con los moldes tradicionales de regulación reactiva y promover un estado de bienestar inclusivo. Una de estas tendencias es el aprovechamiento de los datos que recolectan las plataformas digitales para establecer la trazabilidad de los ingresos de los trabajadores y mejorar las cotizaciones a la seguridad social.

Otra tendencia consiste en crear un ecosistema en donde reguladores de diferentes naciones colaboren entre sí y con otros grupos de interés para llegar a una convergencia regulatoria (como sucede en el convenio multilateral de seguridad social del Mercosur y el convenio bilateral entre Chile y Uruguay).

La regulación adaptativa también cuenta con la participación de varios actores, otorgando al regulador insumos importantes sobre la industria y los estándares requeridos para el sector (del mismo modo que la mayoría de las leyes deben ser reguladas una vez son aprobadas por los parlamentos, este tipo de regulación plantea leyes generales con principios básicos que luego pueden combinarse con guías de mejores prácticas o regulaciones relevantes para cada sector).

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