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La reactivación será lenta y diferente

Empresas deben profundizar readaptación post Covid-19 Factores

> Países analizan la propuesta del organismo internacional con referencia a un ingreso básico de emergencia para encarar la pandemia > Mientras tanto, el virus provocaría más de 11 millones de desempleos en la región, y que no hay fecha para la recuperación de los puestos de trabajo


La relación de trabajadores con los empleadores será vital para que las empresas puedan profundizar su readaptación post Covid-19, debido a que la recuperación será muy lenta, según la secretaria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, en el lanzamiento del informe Cepal-OIT, Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe.

La presentación estuvo a cargo de la secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, y el director Regional de la OIT, Vinicius Pinheiro, quienes luego respondieron a varias interrogantes de los periodistas de la región.

El documento señala que para que la reactivación productiva y el empleo post Covid-19 sea segura y saludable, se requiere priorizar las políticas de seguridad y salud en el trabajo.

Cepal y OIT presentaron una nueva publicación conjunta en la que analizan los desafíos laborales tras la pandemia, y en la misma señalan que la crisis provocaría 11,5 millones de nuevos desempleados en América Latina y el Caribe.

A pesar del contexto adverso, provocado por la pandemia, Pinheiro señala que la crisis también debe promover inversión de empresas para generar más empleos e ingresos, y frenar las potenciales inestabilidades sociales, y lo que provocaría un costo intergeneracional sería una inestabilidad política.

Sin embargo, el Director de la OIT está convencido de que el ingreso básico es una medida necesaria para regresar a una nueva normalidad mejor y sabia en valores y normales internacionales.

Por su parte, Bárcena dijo que la pandemia mostró una economía real y el valor de los trabajadores, y brindó una lección, que es reconstruir en base a lo tangible y a la fuerte acumulación de riqueza que todavía existe.

Es vital poner sobre la mesa, una urgente transición a otro modelo económico social más equitativa y sustentable, complementó a tiempo de indicar que se necesita de invertir en el estado de bienestar, y más en sistemas de salud.

También es de la opinión que ahora hay que plantearse nuevas formas de trabajo y nuevas formas de organización social, así como proteger a las poblaciones más vulnerables.

Informalidad y

calidad del empleo

El informe también señala que la informalidad en la región latinoamericana y el Caribe llega al 54 %, y que la calidad del empleo no mejoró, y al parecer con la pandemia tiende a empeorar la situación de los trabajadores.

Por ello, la OIT y Cepal abogan por que se mueva la informalidad a la formalidad, y visibilizar a los informales para llegar a ellos con protección social universal.

El Director de la OIT recuerda que la cantidad de trabajo no sólo se refleja en la calidad de trabajo tanto en la formalidad como en la informalidad.

Ingreso

Bárcena afirma que la reactivación de la economía será lenta, y deberá haber una reconversión, readaptación de empresas para encaminar el proceso de recuperación, después de la pandemia.

Asimismo, dijo que el ingreso básico de emergencia propuso por la Cepal no se contradice con el apoyo que se deba dar a las empresas

La secretaria Ejecutiva de la Cepal opina que es importante que las empresas mantengan una relación laboral con los trabajadores, que no se pierda, y que el retorno sea mejor.

Señaló que los estados deben invertir en proteger los ingresos de los hogares y personas y de las empresas, mediante acceso a créditos líneas de emergencia sobre todo de las grandes, así como las cadenas de suministros.

Recordó que la emergencia sanitaria provocó una fragmentación de las cadenas de valor, la provisión de suministros se hayan deteriorado.

Entre tanto, Pinheiro sostiene que el dialogo social es importante para que se elaboren medidas coordinadas, y en el proceso participen trabajadores, empleadores y Gobierno.

FUENTES DE TRABAJO

El comercio y servicios fueron menos afectados, mientras que la minería e hidrocarburos tuvieron un impacto negativo, por el precio bajo de los commodities en el mercado internacional.

Además, recuerda Bárcena que esos sectores no son intensivos en mano de obra sino en capital, por lo que aboga para que las economías de la región den un paso más en la producción de mayor valor agregado, para generar más fuentes de trabajo.

Planteamiento

Por otra parte, con referencia a la sugerencia de la Cepal para la creación de ingresos de emergencia, la Secretaria Ejecutiva dijo que la propuesta está siendo analizada con cuidado por los países.

Además es un complemento de las transferencias que existen y que las mismas ya fueron implementadas por algunos países de la región.

Reiteró que las empresas deben adaptar muchas cosas, mientras el comercio, servicios y el turismo deberán implementar un cambio profundo, ya que no se volverá a la normalidad de antes.

Otro de los factores que contribuirá a que los efectos sean distintos en cada país es la proporción de empleo informal presente en cada uno de ellos y los mecanismos de apoyo económico que existan o se creen para los trabajadores de este sector.

El trabajo informal es la fuente de ingresos de muchos hogares de América Latina y el Caribe, donde la tasa media de informalidad es de aproximadamente un 54 %, de acuerdo con estimaciones recientes de la OIT. Muchos de estos trabajadores no tienen acceso a servicios de salud de calidad y, dadas las características de su trabajo, están más expuestos al contagio.

Asimismo, sus ingresos son generalmente bajos, por lo que cuentan con una capacidad de ahorro limitada para hacer frente a períodos prolongados de inactividad. Tampoco disponen de mecanismos de sustitución de ingresos —como los seguros de desempleo, que generalmente se asocian al trabajo formal—, y la cobertura de estos trabajadores mediante programas de apoyo financiero es un desafío complejo en contextos de restricción presupuestaria.

Por ese motivo, en los países con una elevada proporción de trabajadores informales, probablemente exista una mayor presión para retomar rápidamente las actividades laborales, lo que podría agravar la situación de contagio.

En este caso, además de políticas de apoyo para la sustitución de ingresos, se deberían promover la información y los mecanismos necesarios para resguardar la seguridad en los lugares de trabajo y en los desplazamientos hacia estos.

En síntesis, en 2019, salvo algunas excepciones, no hubo avances en cuanto a la formalización y la calidad del empleo entre los asalariados privados. Incluso se observa una tendencia al alza de la cantidad de ocupados informales.

Tampoco se constata una aceleración del crecimiento del empleo registrado, mientras que la tasa de variación del subempleo muestra un aumento de la subutilización de los trabajadores.

Por último, la crisis ha expuesto con especial crudeza el costo de la informalidad y de la desigualdad en la mayoría de los mercados laborales de la región. Por ello, las políticas para la recuperación no deben apuntar meramente a una “nueva normalidad”, similar a la anterior, sino a una “normalidad mejor” con mayor formalidad, equidad y diálogo social. Fuente: OIT Cepal.

 
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