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COMPRAR un terreno en pendiente ¿por qué no?



 GALERÍA(5)

A más de uno le interesa comprar terrenos para construir la casa de su sueño, no importa si es humilde o de lujo, lo importante y es contar con un terreno o lote para hacer una vivienda que le da estabilidad al ser humano en su actividad y relación social. Al menos se puede advertir que los bolivianos luchan y sacrifican muchos aspectos para tener una vivienda y no todos lo alcanzan.

Más de uno empieza con la compra de un terreno que luego de la cuarentena de la enfermedad del coronavirus chino, los precios de bienes inmuebles, se caerá o por lo menos bajaran de manera ostensible y dará apertura a buenos precios, por cuanto vale la pena ahorrar lo que se pueda.

Terrenos existen en varios lugares de la ciudad de La Paz, la mayoría en pendiente, pues los planos son los primeros adquiridos, ya que “supuestamente son más seguros” para la construcción, la verdad es que, en el mercado hay de todo, pero los más económicos son en pendiente e incluso la mayoría de las construcciones en algunas ciudades es en esa condición.

Efectivamente los terrenos en pendiente suelen ser a primera vista más económicos, pero que se ahorro puede ser invertido en la infraestructura, en caso de no aplanar la pendiente y por el contrario sigues la topografía misma para construir e intentar hacer poco movimiento de tierra y plantar muros de contención no continuo.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Donde uno observe, por ejemplo, en La Paz, es pendiente, es una novedad que haya lugares planos para construir, por eso quienes venden terrenos se dedican a mutilar los cerros y aplanarlos para que sea atractivo y darle un plus en su valor, aunque sea tierra blanca (pok´e), que no es buena para la construcción, ya que tiende a hundirse con la humedad, de ese tipo de terrenos existen varios en la zona sur.

La morfología y requerimientos del terreno pendiente, incrementa el costo por el movimiento de tierra y los correspondientes muros de contención e incluso incrementar el coste de la cimentación, pues este sistema de construcción es el más antiguo que efectivamente se hizo en las calles principales de las laderas y son convertidas en tiendas o departamentos en alquiler o anticrético, nada saludables para los habitantes y frígidas para La Paz por el clima.

La compra de un terreno en pendiente, podría llevarnos a más inconvenientes que ventajas. Mentira y no es así, ya que podemos servirnos de muchas estrategias para aprovechar la pendiente de un terreno en favor de los dueños.

VALORAR LA UBICACIÓN

En primera instancia, hay que valorar la orientación de un terreno en pendiente antes de adquirirlo, aunque lo funcional sería que este en dirección al sur con el criterio de aprovechar la salida del sol y mejor construir en diferentes niveles y de esa manera se puede ampliar la superficie para captar el calor natural, es el mismo caso para cualquier orientación de la superficie.

Con ese fin es bueno incorporar espacios interiores en el diseño para cubrirse especialmente en el invierno y el tiempo tempestivo en el cual vivimos.

En cualquier región del mundo un terreno inclinado o pendiente tiene como tendencia erosiones y posibles daños cuando llueve, el agua cae de manera natural, pero no concentra y menos se detiene, pero si hay que tomar las previsiones del caso, lo que implica canalizar los desagües y recolectar incluso el agua de lluvia para utilizar en la misma casa.

Unos de los aspectos y es casi norma en el mundo, estas casas, pueden ser cabañas o viviendas no son construcciones altas y son estructuras más livianas y es probable que la normativa vaya en esa dirección y si no hay que tomar esta medida de manera personal.

Normalmente, al comprar un terreno en pendiente, debe aprovecharse las vistas panorámicas de la ubicación del terreno, salvo que obstaculice algo por delante y las ventanas quedarán simplemente como adorno.

Para realizar los cimientos, es necesario conocer perfectamente las condiciones de la tierra para clavar los pilotes a profundidad y seguir la proyección de la inclinación, aislado del terreno natural.

“Se trata de trabajar en la morfología del mismo terreno y adaptarla a nuestras necesidades mediante movimientos y sistemas de contención de tierras. De este modo podemos integrar la vivienda en el mismo terreno aprovechando así la inercia térmica de la propia tierra”, además de hacer un estudio del terreno por dentro para verificar la solidez del terreno.

DISPONER AL MÁXIMO

Utilizar la misma pendiente del terreno que compramos, además podemos considerar trabajar con la misma en un terraceo o bandejas, donde iremos construyendo nuestra casa.

No es bueno que los espacios sean oscuros, húmedos y utilizar estufas o ventilación natural, podemos conseguir residencia muy confortable y agradables para disfrutar de los ambientes y los más apropiado será que un arquitecto pueda orientarte y de esa manera aseguras un buen resultado final.

A eso agregas un espacio para un huerto urbano de vegetales en el terreno donde vamos a construir. Quizás árboles frutales no ornamentales, generando un cobijo y sombra para la vivienda.

DISEÑO EN PENDIENTE

Los arquitectos aconsejan que primero hay que definir la entrada a la construcción, bien en la parte superior o inferior del terreno, en caso de tener dos lados a las vías. Luego definir la orientación de la pendiente y su contexto: vistas, edificaciones, vegetación que puedan impedir la radiación solar, clima, captación de energía, agua y otros.

La base debe ser la vivencia de día y sobre esa base, ubicar el living, sala estar, comedor, la cocina en la parte baja de la pendiente.

Ahora en caso de construir en dos niveles, éstas se ubican en la planta baja, en relación directa con el acceso exterior y conectadas, muy probable con el jardín para permitir su salida al exterior en días soleados y verano, utilizando alguna terraza, en caso de calor patios de ventilación.

MATERIAL A ESCOGER

Para comprar material, hay que tomar en cuenta las lluvias, humedad, temperatura, radiación solar y más. Estas circunstancias influyen de manera directa en las construcciones y definen los materiales de construcción que necesitamos.

Por ejemplo: en clima húmedo y con constantes precipitaciones, los techos tienen mayor inclinación y las fachadas son oscuras y las casas (retiro) están separadas buscando ventilación y evitar la aparición de moho; suelen ser gruesos y altos y de piedra, pues evitan que salga el calor por su inercia térmica.

En climas cálidos encontramos construcciones de colores claros como en Santa Cruz y Beni, incluso pintados con cal, casas bajas de techos más rectos y con buena ventilación.

Clima cálido y húmedo de Santa Cruz, Beni y Pando: Reciben grandes dosis de irradiación solar y pocas lluvias. La humedad procedente de las precipitaciones es inferior a su evaporación. Los elementos de construcción han de estar aislados, tanto del frío como del calor extremo que alcanzan.

Clima húmedo: Se caracteriza por la cantidad de precipitaciones, superior a su evaporación donde sus construcciones deben favorecer las corrientes entre ellas y evitar el moho que se pueda crear por la alta condensación del agua.

Clima frío de La Paz, Oruro, Potosí: bajas temperaturas y gran cantidad de vientos, las construcciones son compactas, herméticas, evitando que escape el calor de dentro e ingrese el aire frío.

Clima templado del valle: Sucre, Cochabamba y Tarija, recibe aire, frío y mucho calor. Los materiales deben ser resistentes y aislantes de las temperaturas del exterior y permitan aprovechar la energía proveniente del sol.

Conociendo el tipo de clima del lugar donde se construirá, estamos en condiciones de elegir los materiales correctos.

 
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