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El pueblo decide su destino

Por Enrique Bachinelo

Casi es indescriptible detallar los cientos de problemas que acosan al pueblo boliviano, como consecuencia de la renuncia de su presidente Evo Morales Ayma, el 10 de noviembre de 2019.

Los acontecimientos se suscitan cuando Morales convoca a un referéndum demandando la prórroga de su mandato por un periodo más, la población votante rechaza esa solicitud. Pero Evo desea continuar en el poder y recurre a convocar elecciones para nominar a los nuevos mandatarios donde Morales y García Linera, su vicepresidente, encabezan para un nuevo período. La respuesta de la ciudadanía es cumplir con su voto electoral y luego de ello proceder al conteo de los votos.

Se suspende el conteo de votos por 24 horas debido a problemas técnicos. En vista de que el candidato opositor estaba muy cerca de su candidatura antes del corte del conteo y cuando pasadas esas 24 horas el conteo de votos muestra que las cifras son favorables a Evo Morales quien se declara inmediatamente ganador de los comicios por un nuevo período.

Pero, ocurre que esta declaración de Evo Morales como ganador de las elecciones produce reacciones de protesta en la sociedad boliviana amenazando con movimientos masivos, actos de violencia de ambos partes y presionando a Evo para que deje el poder. Se presume que hubo fraude electoral en complicidad con el Tribunal Supremo Electoral. Desencadena días y semanas de vandalismo, bloqueos, falta de productos de primera necesidad y hasta muertos.

Evo se dirige a sus bases cocaleras en el Chapare, zona tropical de Bolivia y ante el peligro de que las Fuerzas Armadas tomaran acciones de hecho es cuando un oficial de las FFAA le “sugiere” a Morales que se aleje del poder. No le queda otra alternativa. Recurrir al exilio. López Obrador presidente de México envía un avión para recoger a Morales, García Linera y la exministra de salud de su gabinete.

Fin de un período de catorce años de gobierno. Triste destino de un presidente que hizo muchas cosas buenas en favor de su pueblo. Bolivia se encuentra sin gobierno: en ausencia del presidente debería asumir el vicepresidente, pero estos dos personajes se fueron a exilio voluntario en México; entonces correspondería el mando de la nación al presidente del senado, también presenta renuncia. La Senadora Jeanine Añez es la próxima en línea de ascenso, pero no hay quorum para su aprobación. Esta situación confusa, es aprovechada por la senadora Jeanine Añez que se autoproclama presidenta y es posesionada por el comandante de las FFAA. Es un acontecimiento excepcional que pasará a la historia en la vida de Bolivia.

Pero las cosas no terminan allí. El caos y el desorden imperan en el país altiplánico. Muchedumbres que bajan de la ciudad de El Alto a la ciudad de La Paz en apoyo a Evo. La población paceña contempla absorta esa marcha. Mientras tanto otro grupo de ciudadanos de El Alto se dirigen a Senkata que es una zona donde están los tanques de almacenamiento de carburantes. El afán de los habitantes es de proteger los depósitos a fin de evitar que manos criminales intentaran dañar o incendiarlos, suceso que acarrearía la muerte de miles de habitantes de esa área densamente poblada. Helicópteros merodean esa zona y se supone que son los aparatos que Evo compró para dotar a las FFAA y que en algún momento han disparado contra la multitud que resguardaba esos depósitos causando muertos y heridos. Y continúan bloqueos de caminos en todo el país.

Hasta el momento se han registrado 33 muertes y 715 heridos de bala. ¿Quién dispara a quién? Triste historia. Pero esto no termina aquí, en el Palacio Quemado, que así se llama la sede del poder ejecutivo, se procedió a mostrar una biblia gigantesca para la posesión de la actual presidente y como remate alegórico, la policía quema la wiphala, símbolo ancestral de la población campesina de Bolivia.

Pero, la pregunta del millón es importante: ¿Porque tantos muertos y heridos? Eran gente del pueblo, humildes campesinos que respetan y apoyan a Evo. Los militares y la Policía nacional no han titubeado en disparar a esas masas de manifestantes y a la gente que vive en Senkata protegiendo los depósitos de carburantes. Evo Morales durante sus 14 años de gobierno no tubo muertos, heridos o detenidos políticos; además, la economía del país se mantenía en un punto alto en relación con otros países de sud y centro América. Auguramos que el nuevo gobierno que ocupa el palacio quemado en La Paz trate mantener el valor económico de la moneda nacional; dado que su economía ha sido conducida con mucho tecnicismo con personas altamente preparadas en el manejo del presupuesto nacional.

Ahora bien, la senadora Jeanine Añez asume el mando de la nación siendo posesionada por el comandante de las FFAA de Bolivia. Un caso muy peculiar que nunca atravesó el país. Pero, en cumplimiento al compromiso contraído por la citada senadora, convoca a elecciones nacionales siendo elegido el senador Luis Arce Catacora de la línea del MAS personaje intelectual, economista y en pleno conocimiento del acontecer nacional. No se puede negar que el pueblo ha decidido y no importa su tendencia política, se tiene que admirar la firmeza de los votantes en sus convicciones. Rechazaron el modelo neoliberal y afirmaron su preferencia por un gobierno que pone al pueblo primero.

Es sabido que la primera víctima de un problema político es la verdad. Y lo que está viviendo ahora Bolivia es desesperante. Es penoso conocer la sacrificada labor de los periodistas y reporteros nacionales y extranjeros que, sin tener ninguna protección están cubriendo las noticias que se generan a cada momento en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, sin olvidar que también en los demás departamentos de Bolivia la situación política es confusa. Qué triste historia señora presidente.

Es la hora de “rebotar” la economía y trabajar todos para enfrentar los enormes desafíos que la historia nos ha dado: la pandemia, la caída mundial de la economía, y los cambios ambientales que nos amenazan. Es hora de buscar la unidad. Pues, no tenemos el lujo de perder tiempo y energía en rencores y divisiones. Es hora de seguir adelante con seguridad y determinación, con honestidad y orgullo el liderazgo que nos ha dado la sabiduría del pueblo boliviano.

Solo nos resta complementar con los augurios más promisorios para que la paz y la tranquilidad retornen a la hija predilecta de Simón Bolívar.

 
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