Justicia: la gran recuperación histórica

Se ha hablado bastante de la justicia, inclusive con una palabra vacía de todo contenido sociológico: ¡»abrir la Constitución»!

La gran recuperación histórica de la justicia puede fraguar en planes comunes de recuperación. Con trabajo conjunto y apertura generalizada a los abogados, litigantes en general. De esta manera concreta la gran recuperación histórica de la justicia boliviana se haría con inversión social (los jueces) y con una estrategia digital democrática. (Control a-posteriori de un Estatuto de la Magistratura).

TRABAJO CONJUNTO

Facilitar la instalación de Salas Procesales Comunes u Oficinas de Trámites, al mando de un Director de Sala, constituye el desafío. Aquí, el personal subalterno conformado por profesionales podría trabajar (de manera conjunta) enfrente de los litigantes y abogados que tramitan la organización de una causa. Cosa muy diferente cuando el juez está trabajando aún para la legalización de simples fotocopias. Imagine, amable lector, en cientos de expedientes que diariamente pasan por sus manos, la labor que cumple el juzgador es inmensa, simplemente. Mas, cuando se llega difícilmente a la organización del proceso, viene la frase sacramental que dice: ¡Pase el proceso en su turno a despacho, para sentencia! Proceso que conocerá una elemental sentencia, ¡en años de espera! He ahí como se da lugar a la famosa retardación de justicia.

En tanto que, en la nueva forma de trabajo, el juez solamente dictaría sentencias y algún tipo de resoluciones, computarizándose el acierto de sus fallos, el número de causas resueltas en cada gestión (Procesamiento democrático de datos o estrategia digital). Así ordenado el trabajo judicial, viene la condición sine qua non que es: ¡El respeto a la norma procesal!

RESPETO A LA

NORMA PROCESAL

Garantizada por el trabajo responsable del abogado y la presencia de un magistrado de verdad (Director de Sala) con 20 o 30 años de servicios en la misma especialidad, con un acierto apreciable en sus fallos. Ellos resuelven en el acto cualquier diligencia de orden procesal.

Se puede topar con alguna cuestión de organización, para eso va la participación activa y suscitada del cuerpo judicial. Las objeciones pueden ser resueltas en reuniones convocadas para cada efecto.

Los acuerdos que pueden practicar los distritos judiciales pueden resolverse y consolidarse con el apoyo financiero del Ministerio de Justicia, principalmente en el equipamiento de las salas. Se tiene así, con las salas, un futuro sostenible, con inversiones sociales, la participación de los jueces y con una estrategia digital democrática.

Sólo con un trabajo creador y con los medios de los que dispone el Poder Judicial Boliviano se puede hacer un Poder Judicial Independiente, como reclama el Soberano, casi cotidianamente. independencia que al mismo tiempo es el resultado de una modernización del trabajo judicial.