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Tras caída de Muamar Gadafi

Conflicto libio en objetivo de potencias mundiales

> Expertos advierten que el país, que tiene enormes reservas petroleras, podría convertirse en escenario de un problema regional


VARIAS POTENCIAS MUNDIALES OPERAN EN TERRITORIO LIBIO, MIENTRAS LA POBLACIÓN CIVIL SUFRE LA DESTRUCCIÓN DE LA GUERRA.

Desde el levantamiento en 2011 que culminó con el derrocamiento de Muamar Gadafi, que gobernó el país por más de 40 años, Libia se ha convertido en un territorio sin ley.

Violentas luchas de poder, milicias que combaten entre sí, gobiernos rivales y cada vez más naciones extranjeras involucradas en el conflicto.

Por un lado está el general Khalifa Haftar, al mando militar del autoproclamado Ejército Nacional Libio (ENL) que controla gran parte del país.

Por el otro lado están varias milicias -que a menudo pelean entre sí, y que combaten bajo el estandarte del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) basado en la capital Trípoli y que cuenta con el refrendo de Naciones Unidas, pero que no tiene mucho poder fuera de la capital.

Pero no sólo Rusia y Turquía están involucrados en la guerra de Libia.

El GAN además de contar con el apoyo de Turquía, también tiene el de Qatar.

El general Haftar, mientras tanto, tiene el soporte de Rusia, Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Jordania.

Y en medio del caos tanto grupos militantes islamistas como traficantes de migrantes se han establecido en el país, lo cual está causando preocupación en los países europeos ubicados del otro lado del Mediterráneo.

Los expertos advierten que el país, que tiene enormes reservas petroleras, podría convertirse en escenario de un conflicto regional o incluso en "una segunda Siria", pero también hay importantes intereses comerciales en Libia.

Principalmente está el deseo de las partes de posicionarse en los ricos depósitos de petróleo y gas en el este del Mediterráneo, algo en lo que según los analistas, están compitiendo Turquía, Chipre, Egipto e Israel, publicó BBC en enero de 2020, aunque a la fecha en conflicto no cambió en los principales aspectos.

Pareciera que actualmente EEUU teme el dominio regional por parte de Rusia y Turquía, aunque, el 15 de febrero de este año, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tuvo su primera conversación con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, desde que se convirtió en el principal diplomático de Washington.

Los dos discutieron una serie de temas como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la crisis siria, las tensiones en el Mediterráneo oriental, las relaciones de defensa turco-rusas y el movimiento religioso del clérigo islámico Fethullah Gulen.

Sin embargo, la guerra civil libia, que es un archivo que podría agregar nuevas complicaciones a las relaciones entre Estados Unidos y Turquía bajo la presidencia de Biden, no fue parte de esta discusión.

Es importante comprender cómo el enfoque del expresidente Donald Trump hacia Libia envalentonó a Turquía. La administración Trump se mantuvo en su mayoría sin intervención con respecto a la guerra civil de Libia.

En consecuencia, Turquía, junto con otras potencias regionales y globales como Francia, Rusia y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), tuvo más libertad para actuar de manera más ambiciosa en el conflicto de Libia.

Sin duda, Libia es un punto caliente en el mundo árabe en general donde podemos esperar que la administración Biden intente frenar a algunos de los actores que aprovecharon el enfoque de no intervención de Trump en el conflicto.

La administración Biden ya ha pedido a Turquía, Rusia y los Emiratos Árabes Unidos que saquen sus fuerzas militares y mercenarios de Libia y permitan que los propios libios resuelvan el conflicto sin esa interferencia externa.

En enero de 2021, Estados Unidos pidió "a Turquía y a Rusia que comiencen inmediatamente la retirada de sus fuerzas" de Libia, incluyendo a militares y mercenarios, en una firme declaración de la nueva administración demócrata de Joe Biden que contrasta con la política anterior del presidente republicano Donald Trump, publicó AFP.

"Conforme al acuerdo de alto al fuego de octubre, pedimos a Turquía y a Rusia que comiencen inmediatamente la retirada de sus fuerzas del país y el repliegue de mercenarios extranjeros y sustitutos militares que contrataron, financiaron, desplegaron o apoyaron en Libia", afirmó el embajador interino estadounidense ante la ONU, Richard Mills.

"Pedimos a todas las partes externas, incluyendo a Rusia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, que respeten la soberanía libia y cesen inmediatamente todas las intervenciones militares en Libia", insistió el diplomático estadounidense durante una videoconferencia del Consejo de Seguridad sobre este país. (Agencias)

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