Publicidad

    


Principios y conducta de la Iglesia Católica


 

La separación del Estado de la Iglesia Católica en muchos países del mundo, da lugar a que, de tanto en tanto, surjan comentarios que en algunos casos llegan a la conclusión de que “nada religioso debe intervenir en política”, criterio equivocado porque, por principio, la religión tiene que ver con el hombre. Y es que lo teológico y social se encadenan con perfección y, en el caso del catolicismo, el cristianismo es la esperanza de todos los cristianos no solo para su bienestar temporal sino eterno, puesto que así está en el Evangelio, y toda otra forma de textos extraños o ideologías ambiguas es contraria a la verdad predicada por Jesucristo, que jamás predicó violencia ni arrogancia, tampoco soberbia ni odio, rencor o venganza, sino solamente amor, paz, bondad y caridad. Por todo ello, la Iglesia señala que no se puede aceptar tergiversaciones ni distorsiones del mandato evangélico que vela por la justicia en lo temporal, pero apunta al futuro eterno del ser humano.

Los Papas cuando se dirigen a los pueblos y especialmente a los obispos, dicen que el cristiano es cimiento de la verdad, y no de una verdad simplemente humana y racional, sino de la verdad que viene de Dios, que trae consigo el principio de la auténtica liberación del hombre, que se sintetiza en la frase de Jesús: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.

La Iglesia de Jesús, concebida y creada al servicio del hombre, siente que, como principio de su apostolado, debe estar al servicio de los pobres y desamparados, denunciando los excesos de todo poder, esforzándose por la liberación de las mayorías marginadas, sacarlas de sus padecimientos, de la desnutrición, de la carencia crónica de alimentos y vivienda, dotarlas de atención a su salud y prodigarles educación y cultura. Todo esto debería ser labor sustancial y reparadora y no al amparo de ideas y métodos violentos, por coacción, sino con el más puro sentido evangélico: por la persuasión, por la fuerza de la fe, por el llamado ferviente a la paz y a la justicia.

Es vital e importante entender, practicar y vivir una teología de la fe, de la justicia social, de paz y bondad, de amor al prójimo y, sobre todo, de amor a Dios y cumplimiento de sus leyes y mandatos. Hay grupos radicales, diciéndose cristianos, que querrían que la violencia sea el medio para los cambios y la Iglesia señala eso como un equívoco, como erróneo hacer beligerante la vida del hombre, cuando el cristianismo señala que solo la palabra, con el don de conciliación, de diálogo, armonía y amor se puede conseguir la convivencia, la unidad, comprensión, paz y armonía entre todos los hombres y, lo principal y urgente, entre pueblos y naciones. En la vida diaria no tiene cabida lo que signifique ataque, ofensa, causar dolor o herida, situaciones que solo pueden ocasionar desavenencias y discordias. Solamente debería caber la conducta con altura y decencia, nobleza y amor. Es preciso buscar el bienestar y la armonía por medio de la justicia económica, sin apartarnos de la verdad y el respeto y consideraciones que merece el bien común.

Vivimos tiempos jamás experimentados ni sufridos, lo que nos obliga a tener valentía y coraje, para entender mejor a todos los que sufren tanto como podemos sufrir nosotros o padezcan nuestros seres queridos; debemos entender que la fe y la esperanza son virtudes que ayudarán a suprimir nuestros males, pero venciendo limitaciones y confiando en que, si Dios permite el sufrimiento de sus hijos, también con amor paternal otorga el coraje y la paciencia para soportar y vencer todo mal.

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (251 Kb)      |      


 
 
Publicidad