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El director técnico de Bolívar, José Ignacio González, lamentó el empate obtenido de local ante el Ceará (0-0) por la Copa Sudamericana; no obstante, acotó que "no es lapidario", por lo que mantiene las chances abiertas de pasar de fase.
“Obviamente no es el resultado que queríamos. También es cierto que al frente tuvimos a un buen rival, que defensivamente es muy fuerte; están ahí los números de sus últimos 18 partidos”, sostuvo el timonel español, luego del partido-
“Esto no acaba aquí. Sé que la gente se basa en los puntos de La Paz porque afuera somos más débiles, pero nuestra mentalidad no es esa, si necesitamos puntos afuera los buscaremos. (El empate) nos resta, pero no nos quita posibilidad de cara al futuro”, añadió.
Por su parte, el futbolista, Álex Granell, añadió que se deberá buscar una fortaleza en los partidos fuera de casa. “Se pierden dos puntos, queríamos la victoria y estar con siete, pero estamos con cinco. Tenemos convicción para el próximo partido, sacar las tres unidades. Para los (encuentros) de visitante tendremos la mentalidad fuerte para ser competitivos, para ganar si lo exige la clasificación”, remarcó.
El español insistió que su equipo "es de combate", por lo que buscará pasar a octavos de final con todas sus armas.
“Es un empate, quedan tres partidos, somos un equipo fiable en casa y de visitante. Tenemos confianza de visitante, somos un equipo que combate, que sabe a lo que juega. La ilusión está intacta para clasificar a octavos”, cerró Granell, en la conferencia de prensa.
