EDITORIAL    

La SIP denunció persecución en contra de EL DIARIO



Como toda vez que surgen atentados contra la prensa, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), reunida en Miami, ha condenado severamente al gobierno boliviano por una persecución sañuda contra EL DIARIO, debido a que no concuerda con su posición independiente y libre, por el hecho de que sólo sirve a las causas del país y su pueblo al denunciar y condenar todo acto contrario a las leyes, al señalar toda violación de las libertades o atentados contra la democracia y la justicia.

“La SIP alerta a la comunidad internacional ante un intento de uso del servicio impositivo como mecanismo en contra de un periódico independiente que pudiera derivar en su cierre o en la intervención y exige al gobierno de Bolivia que excluya al Decano de la Prensa Nacional y otros medios de toda forma de trato discriminatorio, en razón de su línea editorial”, señala la SIP en cumplimiento de sus principios de defensa de la libertad de expresión y prensa.

EL DIARIO ha sufrido, en muchas oportunidades, atentados contra su libre determinación al señalar, mediante editoriales y artículos, que los principios de defensa de la democracia, las libertades y la justicia no pueden ser vulnerados, restringidos o violados por nadie; que, como diario de circulación nacional, jamás claudicará en su vocación de servicio y defensa de virtudes y principios que se hacen valores en el diario vivir del pueblo boliviano. Ha visto con preocupación y angustia que no solamente en el país sino en el mundo, hay muchas veces violación a los derechos humanos, a las libertades y a la vigencia de la justicia y ha expresado su posición de defensa inquebrantable de principios que rigen la vida de las naciones.

Nunca claudicó en su defensa de la Constitución y las leyes porque considera que todos los habitantes y estantes del país deben vivir y obrar conforme al principio fundamental de respeto y consideración por los derechos señalados constitucionalmente y, además, por las regulaciones internacionales que, en su momento, han sido apoyadas y aprobadas plenamente por Bolivia.

EL DIARIO vive con una especie de “espada de Damocles” por las políticas impositivas del gobierno, exigiéndole pagos tributarios que no son reales porque EL DIARIO, en la medida de sus posibilidades, ha considerado siempre que el pago de impuestos es un deber, que si hubo atrasos pidió fijación o postergación de plazos; pero jamás aceptó la imposición de intereses y multas contrarias a las leyes tributarias que rigen la vida del país; intereses y multas que han sido convertidas en capital adeudado al fisco.

No hay, en la vida institucional de EL DIARIO, intención alguna de no pagar lo que legalmente debe hacerlo y así lo hizo al ofrecer pagos con mercadería de libre comercio que las autoridades de la Renta aceptaron de buen grado, pero que, debido a instrucciones político-partidistas, han sido desconocidas y ha sufrido, además, aplicación de intereses y multas totalmente arbitrarias. Lo que se pide es, simplemente un trato equitativo y justo; que sean anulados intereses y multas hechos capital y llegar a una conciliación que EL DIARIO cumplirá en pagar y, por otra parte, que las autoridades reconozcan la verdad del caso sustentado por años, porque ello permitirá la solución de un problema que se ha convertido en amenaza permanente no solamente a este diario sino a todos los medios de comunicación, especialmente cuando hay renuencia a desacatar órdenes o disposiciones que están fuera de las leyes.

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