OPINIÓN    

La Revolución Francesa dio inicio a la democracia

Angélica Siles Parrado



El 14 de julio de 1789 se produjo la Toma de la Bastilla, una prisión de poca importancia real, pero su simbolismo fue enorme, pues ese hecho histórico es considerado como inicio de la Revolución Francesa. Napoleón Bonaparte en 1799 consolidó la Revolución Francesa que socavó las bases del sistema monárquico, dio el golpe de Estado que marca el inicio de la Edad Contemporánea para sentar las bases de la democracia moderna en el Siglo XIX, según el principio de la soberanía popular, motor de las revoluciones de 1830, 1848 y 1871.

Un símbolo emblemático fue el gorro frigio (llamado gorro de la libertad) que tienen en sus escudos países como Francia, Haití, Cuba, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Paraguay, Argentina y Bolivia. El lema Liberté, égalité, fraternité («Libertad, igualdad, fraternidad»), que procede del lema no oficial de la Revolución de 1789 Liberté, égalité ou la mort («Libertad, igualdad o la muerte»), fue adoptado oficialmente después de la Revolución de 1848 por la Segunda República Francesa.

Uno de los acontecimientos con mayor alcance histórico de la revolución fue la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en su doble vertiente, moral, (derechos naturales inalienables) condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los ciudadanos, el Estado de Derecho, democrático y nacional, aunque primera vez fueron proclamados solemnemente los derechos del hombre en EEUU (Declaración de Derechos de Virginia en 1776 y Constitución de los Estados Unidos en 1787). Será la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa de 1789 la que sirva de base e inspiración a todas las declaraciones tanto del Siglo XIX como del Siglo XX. Y la misión del Estado será defender los derechos del hombre, garantizar su libertad, su seguridad y su propiedad, por tanto el Estado debe ser representativo y liberal.

Entre las mujeres revolucionarias más destacadas está la dramaturga y activista política, considerada precursora del feminismo, Olympe de Gouges, que escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1793), reivindicando la equiparación de derechos entre hombres y mujeres. Olympe se enfrentó a Robespierre, (lideró el “Reino del Terror”) y publicó la carta Pronostic de Monsieur Robespierre pour un animale amphibie” que la llevó a ser acusada de intrigas sediciosas, fue juzgada, condenada a muerte y guillotinada.

La Historia de la humanidad nos muestra cómo fue la lucha por la democracia desde antes de la Revolución francesa, que dio inicio al voto y respeto a ese voto. Hoy en Bolivia, con Morales como presidente, no existe la democracia porque no respeta la Constitución ganada con sangre en el transcurso del tiempo, porque manipula a los Órganos del Estado, no existe la división de poderes, el Tribunal Constitucional reforma la Constitución según el agrado de Morales.

El texto constitucional boliviano fue elaborado y aprobado por la Magna Asamblea Constituyente, el mismo se entregó al Parlamento de entonces para su “aprobación de la Ley del Referéndum Constituyente”. El proyecto de Constitución fue reformado sin potestad ni competencia por el gobierno de Evo Morales, para lo cual se creó una comisión especial del Congreso, impulsada por Álvaro García, a la cabeza del presidente de la Cámara de Senadores, Oscar Ortiz, el gobierno representado por el Carlos Romero, los senadores Carlos Böhrt, Luis Vásquez y el diputado Alejandro Colanzzi, se instaló una Comisión paralela con los senadores Antonio Peredo, Fernando Romero, José Villavicencio y Félix Rojas, además de los diputados César Navarro, Gabriel Herbas, Antonio Franco, Mario Justiniano y Bernardo Montenegro. Y ahora los vocales del TCP no cumplen el mandato constitucional y se burlan del pueblo boliviano.

Hoy está en peligro la seguridad jurídica y la institucionalidad del Estado, al permitir que Morales, candidato ilegal, siga en carrera electoral, porque el TCP y el TSE pueden ser sujetos de juicio de responsabilidad, por incumplimiento de funciones y resoluciones contrarias a la Constitución.

El autor es Economista y Abogada Constitucionalista.

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