La falta de estudios con mayor información básica, datos hidrológicos, altos costos de inversión, diseños de ingeniería con deficiencias o insuficientes serían causas para que la construcción de importantes represas quede postergada en el país, aseguró a EL DIARIO el especialista en recursos hídricos y riego, Gonzalo Maldonado, actual presidente de la Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba.
La ejecución de proyectos como el Angosto del Bala y Cachuela Esperanza disminuiría el gasto de las reservas de gas, haría más competitivo el mercado eléctrico y evitaría pérdidas a la economía del país.
Cachuela Esperanza consiste en la construcción de una represa de 1.450 metros de longitud por 35 metros de alto sobre el río Beni, que inundará (embalse) 286 kilómetros cuadrados; para generar 990 megavatios (MW) de potencia; y un vertedero con 15 compuertas planas.
Angosto del Bala estaría ubicado entre las provincias Franz Tamayo de La Paz y José Ballivián del Beni, en la Serranía de Mamuque y Pilón Lajas y generaría energía eléctrica barata por más de 1 millón y medio de kilowatts y con el represamiento del agua se regaría 1 millón de hectáreas de terreno, aproximadamente.