En días pasados los dos grandes partidos políticos estadounidenses, el Republicano y el Demócrata, han celebrado sendas convenciones en las que han “coronado” a sus respectivos candidatos: el multimillonario Donald Trump y la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton. Celebradas cada cuatro años con motivo de la elecciones presidenciales de noviembre.
La misión de una convención es nominar a los candidatos a presidente y vicepresidente de los Estados Unidos. Son la culminación de un dilatado proceso de primarias y caucus (asambleas) del que salen elegidos los delegados, que luego votarán a los aspirantes oficiales.