A pesar de la Policía Caminera

Choferes no tienen control de Tránsito en carreteras

Operativos sólo sirven para controlar la velocidad, pero nunca preguntan a los pasajeros sobre los problemas.


Los conductores de buses y vagonetas improvisadas no tienen control de los funcionarios de Tránsito cuando se encuentran en las carreteras y vías alternas en el país.
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Oruro, (EL DIARIO).- Los conductores de buses y vagonetas improvisadas (surubis) no tienen control de los funcionarios de Tránsito, cuando se encuentran en las carreteras, porque “paran donde sea, llevan pasajeros parados en los pasillos y los vendedores de comidas y bebidas suben y bajan en cualquier población intermedia”.

La Policía Caminera sólo sirve para controlar la velocidad de los vehículos, en algunas ocasiones, pero los uniformados nunca preguntan a los usuarios sobre la calidad de los buses, el servicio que ofrecen y los problemas que tienen.

“Desde que un bus sale de la ciudad, todo depende de los choferes. Hay pasajeros parados en los pasillos y en cada población se recogen a los vendedores de rellenos y patas, heladeros, pastilleros y cantantes y charlatanes que venden todo y para todo”, afirmó Pedro Mendoza Mamani, un constante pasajero entre Oruro y La Paz, al ser consultado sobre el servicio del transporte interdepartamental.

Los choferes prefieren mantener el anonimato, para evitar represalias de los funcionarios de Tránsito. Sin embargo, confirmaron que la Policía Caminera “sólo controla la velocidad, en algunos lugares, pero la carrera de flotas no ha disminuido, es constante y peligroso en el camino asfaltado de Oruro a La Paz”.

Tránsito, desde el 1 de enero de 2012, tiene una función específica en las terminales de buses. En el caso de Oruro, por ejemplo, “se recibe la lista de pasajeros de un bus y se controla el estado de sobriedad del conductor”.

El capitán Miguel Angel Valdivia expresó que en el momento de dejar la nómina de pasajeros, “el chofer es sometido a la prueba de alcoholemia, en caso de tener cero alcohol en el cuerpo, se autoriza su viaje, de lo contrario no sale”.

Otra de las tareas de los funcionarios de Tránsito es verificar si los buses y “surubis” tienen Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT). Durante la primera semana de enero, se retuvo a 7 vehículos que no han salido de la ciudad de Oruro, porque “no tenían seguro”, dijo Valdivia.

El control se realiza en la Terminal de Omnibuses de Oruro y se recibe la lista de pasajeros, pero cuando pasan de la puerta de salida, “los buses paran delante de los funcionarios de Tránsito, reciben más pasajeros, sin control de ninguna naturaleza”.

“Claro, el control es dentro de la Terminal, pero hay flotas que salen en forma directa de la calle, como El Alteño, Libertad, 26 de Julio y Panamericana. La Administradora de Transportes y Telecomunicaciones debería fiscalizar esta situación. A nosotros nos obligan a tener parada en la Terminal de Oruro, pero esas otras flotas venden pasajes en la calle, sin control de ninguna naturaleza”, afirmó el encargado de una flota, cuyo nombre se guarda en reserva.

El servicio de flotas se inicia a las 4:00 horas, especialmente a La Paz y Cochabamba. Tránsito obliga a los conductores a salir en el horario fijado, mientras que los “surubís” se llenan y salen. El único problema en este sistema de transporte es que nadie garantiza la seguridad. Sin embargo, el capitán Valdivia dijo que la obligación de Tránsito es “verificar el estado técnico, mecánico y eléctrico de los vehículos, antes del viaje”.

De Oruro a La Paz, el viaje es casi tranquilo, pero el retorno “es una tortura para los pasajeros”, afirmó Carlos Cruz, porque “en la zona de El Alto, los buses paran sin control, subiendo más pasajeros, cargando bultos; ahí se tarda por lo menos media hora y después, salir de El Alto es otro problema, porque el tráfico es lento, por la gran cantidad de vehículos que transitan por la vía principal”.

“Antes se hacía un viaje en dos horas y media. Ahora es imposible llegar en ese tiempo, ni siquiera en tres, sino en cuatro horas y los pasajeros protestan y reclaman”, afirmó Luis Quispe, conductor de un ómnibus.

“Nosotros tenemos una función específica: debemos controlar el ingreso y salida de buses, en la ciudad. El control en las carreteras le corresponde a la Policía Caminera. Por el momento, durante los primeros días de enero de 2012, existe completa normalidad en los servicios”, explicó el capitán Valdivia.

Para la época del Carnaval de Oruro, “se solicitará refuerzo policial, porque ahí existe mayor cantidad de pasajeros y flotas en servicio”, expresó.

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