Altruismo

El título importa el interés por conseguir el bien de los demás aun a costa del propio o anteponer el altruismo que implica hacer algo por los demás. Las acciones humanas se estructuran entre la distinción de las necesidades egocéntricas referidas al bienestar y las otras de índole colectiva con la impronta del altruismo.

¿Cómo se puede explicar que haya altruismo cuando la lucha por la sobrevivencia se identifica con el egoísmo y el interés personal? El altruismo puro no existe, cuando los humanos renuncian a un beneficio, pues ese accionar al menos indirectamente los beneficia porque incrementa su fama en el círculo social y origina en su interior varias ventajas.

El altruismo frente a personas desconocidas no es estable y los humanos demuestran este comportamiento porque sencillamente aumenta su buena reputación y no se puede reconocer o distinguir que el hombre sea bueno por naturaleza, ya que la fama y el buen nombre juegan un rol importante para accionar con altruismo. Por ello es que en la mayoría de los casos, salvo raras excepciones, los que donan grandes sumas dejan nominar bajo sus apellidos fundaciones, hospitales, universidades y otras obras.

Por el contrario, aunque bajo la misma premisa, las donaciones anónimas son raras y se las conoce porque el donante genera una profunda necesidad de transmitir su acto de generosidad a sus amigos y conocidos.

¿Y cómo se aclara la cooperación entre humanos, principalmente entre dos personas que tiene intereses comunes ?... aquí se impone o es valedero el principio de: “me ayudas y te ayudo”

¿Y por qué se ayuda a personas que nunca volveremos a ver?.. aquí prevalece el principio de “yo ayudo porque después alguien me ayudará”.

Un comportamiento altruista eleva la reputación de una persona y le redituará ventajas. “Quien da será recompensado”… en esta sentencia bíblica tiene su origen o se funda el ejemplo del comportamiento altruista.

Como consecuencia de ello las personas poseen una predisposición hereditaria e intensa a no adquirir una mala reputación, por lo que quien se comporta desconsiderado y es descubierto tiene inequívocamente un sentimiento de vergüenza.

La vergüenza se erige porque provee cooperación e históricamente hubo castigos vergonzosos, así: las mujeres que ofendían a su congéneres debían portar en el cuello las piedras de la vergüenza; a los escolares que no eran aplicados se les enfundaba una mascara de burro; a los panaderos que elaboraban pan sin el peso ni el tamaño exacto se les rapaba el cabello a cero y las personas que no se sujetaban a las normas establecidas eran expuestas a la picota del escarnio y de la vergüenza.

También hoy se teme a los medios de prensa amarillos cuando publican fotos de codiciosos banqueros en sus portadas, cuyas apariciones los aterrorizan, lo que presuntamente es necesario para que las personas sometan o repriman sus oscuras facetas.

Se infiere de lo expuesto que es importante mantener siempre el impulso de mejorar la reputación para sostener la cooperación al prójimo, y el altruismo por su elevado sentido conceptual debería practicarse sin resquicios de expectativas de recompensa alguna.

El autor es Abogado Corporativo, postgrado en Arbitraje y Conciliación.