Dificultades para la “profundización del cambio”

Las iniciativas de los llamados movimientos sociales parece que estuvieran destinadas a su tergiversación o finalmente a su incumplimiento, debido tanto a trabas burocráticas como al carácter utópico con el que fueron concebidas. Eso es lo que ocurre, por ejemplo, con las propuestas de “cambio” planteadas en solemnes concilios y reuniones, las mismas que dan muestras de que su destino, en la mayoría de los casos, es el basurero de la historia.

Una de esas sonoras iniciativas fue la cumbre para la “profundización del cambio”, que se efectuó en Cochabamba entre diciembre y enero pasados, cuyos 160 puntos y 30 proyectos de ley están siendo sometidos a restricciones inesperadas, causando, por supuesto, la decepción de quienes asistieron a esa asamblea a fin de hacer conocer sus opiniones para la referida “profundización”.

En efecto, en primer lugar las propuestas aprobadas deberán pasar a conocimiento y estudio de un organismo a ser creado mediante Decreto Supremo por el Ejecutivo, aparato que se denominará Consejo Económico y Social, que concretará los planteamientos de la sabia asamblea de la llajta. En esa forma, la suerte de las patrióticas intenciones de los ilustres asistentes a esa reunión será objeto de análisis, críticas, reformas y tal vez anulación por un organismo revisor, cuya existencia no estaba prevista.

Se observa que dicho Consejo revisor no estaba contemplado en la agenda de Cochabamba, pero que ha aparecido misteriosamente, creando entre quienes asistieron al célebre evento un estado de ánimo de dudas e interrogantes que contrasta con el optimismo que se había generado en su comienzo.

Pero las trabas a las doctas propuestas de la reunión para “profundizar el cambio” no terminarán en dicho Consejo, sino que enfrentarán otro obstáculo casi insalvable, que es el Órgano Legislativo. En efecto, una vez que las proposiciones pasen los filtros del Consejo Económico, deberán ingresar a las Cámaras de Diputados y Senadores para nuevos análisis y hasta su posible rechazo. En esa forma, las sabihondas medidas aprobadas tendrán un destino que nunca habían pensado los asistentes al evento.

Pero tampoco terminará ahí la vía crucis de las inteligentes inspiraciones de los asambleístas, pues ahora el presidente Evo Morales aseguró en la reunión ampliada del Gabinete (que sesionó dos días en Coroico), que la realización de otros proyectos, ente ellos los pedidos en Cochabamba, enfrenta dificultades y comentó que “una de las mayores tabas de la administración pública tiene que ver con los trámites burocráticos, la mayoría de los cuales deriva en casos de corrupción, por lo que el Gobierno implementará una serie de medidas para simplificar la gestión, para lo cual se apelará al sistema informático”. Es decir que las propuestas para “profundizar el cambio” chocan contra una burocracia ineficiente y corrompida que impide la materialización de las geniales ideas de la cumbre.

Para completar la mala suerte de dichas propuestas, se agrega un nuevo escollo que consiste -según el presidente Morales- en que al Gobierno le faltan recursos humanos en todos los niveles del Estado para la ejecución de las inversiones públicas y aseguró que “Una de las debilidades que tiene el Gobierno es que ya son insuficientes los recursos humanos para ejecutar tantos miles de millones de dólares”.

A esos obstáculos para las sugerencias de la cumbre se debe agregar que autoridades diversas no se animan a realizar proyectos por temor a ser víctimas de la Ley “Marcelo Quiroga”, que es una espada de Damocles para sus vidas, todo lo cual confirma que el sacrificio de los iluminados asambleístas del valle terminará en un triste fracaso.