Radiotaxis y demás peligros

La Policía afirma que de cada diez atracos, raptos, violaciones y asesinatos a bordo de vehículos del servicio público, seis o más se perpetran en radiotaxis, por consiguiente, los usuarios corren riesgos cada vez que abordan un radiotaxi. Por supuesto, otro tanto sucede en minibuses, taxis, etc. Frente a la creciente inseguridad ciudadana la Alcaldía Municipal y la Policía Boliviana siguen enfrascadas en sus pugnas y rivalidades.

El Alcalde paceño hace pocos días denunció que la institución del orden hizo abandono del plan “Sopocachi Seguro”, el que por un tiempo ofreció relativa garantía a la vecindad. Otro ejemplo al respecto es que el programa Pasajero Seguro de la Alcaldía va por su lado y el de Tarjeta de Identificación del Conductor (TIC) del Viceministerio de Seguridad Ciudadana va por otro camino, siendo lo más grave que ninguno otorga seguridad evidente al público.

Sobre el “Pasajero Seguro”, hasta abril pasado de más de 300 líneas de radiotaxis en La Paz sólo una docena se había registrado y otras 20 se hallaban en trámite. La Asociación de Radiotaxis de La Paz (¿) denuncia que el trámite respectivo dura cinco meses en las oficinas municipales, pero a la vez asegura que donde más se tarda es en la ATT (Autoridad de Transportes), tachándolas de excesivamente burocráticas.

La cuestión es que al no existir un “sticker” o cosa parecida el pasajero no sabe si se trata de un vehículo seguro o todo lo contrario. Entonces el anunciado “Pasajero Seguro” o el no menos TIC no figuran ni fuera ni dentro del móvil y sugerimos que si alguna vez exista se lo coloque tanto fuera como dentro del móvil, con garantía de que no sea falsificado. Dicha incapacidad huele a propaganda o a tomadura de pelo.

Una crónica de prensa llama “libre albedrío” a la falta de autorización de funcionamiento y ausencia de requisitos para los denominados radiotaxis. Son unidades sueltas o dependen de un propietario, estando lejos de constituir empresas. Es más, ante tan irrestricta liberalidad los taxis se transforman en radiotaxis como por arte de magia con fines de lucro, al extremo de que esta categoría casi ha desaparecido de la ciudad. La crónica continúa manifestando que al calor del libre albedrío “no tienen que rendir cuentas ante ninguna instancia o autoridad que regularice el transporte”.

Como consecuencia y seguramente batiendo records internacionales, a bordo de minibuses de servicio una banda ejecutó a 69 personas y aunque ante la frecuencia de estos crímenes se ha detenido a algunos “cogoteros” en lo que va del año, no hay certidumbre de que estas muertes se detengan. Otro dato espeluznante es que en el mes de diciembre del año pasado cuatro personas fueron acogotadas el mismo día.

Sopocachi hace ya algunos años se ha convertido en zona de sumo peligro. Para no recordar múltiples asesinatos por robo en la vía pública, basta señalar el asalto con muerte a una profesional el 29 de abril pasado en la Plaza España, precedido de casos similares. A semejante inseguridad contribuye una mortecina iluminación en arterias céntricas como 6 de Agosto, Rosendo Gutiérrez, Ecuador, Sánchez Lima, Pinilla, Campos, etc. y a la ausencia policial de día y de noche, porque los asaltos ocurren a toda hora. Cabe recordarle al Alcalde Municipal su promesa electoral de dotar de cámaras ocultas a la ciudad…