[Armando Mariaca]

“Salidos detrás del rebaño para ser pastores y no capataces”


El Papa Francisco, en su visita del mes de julio, expresó conceptos muy claros sobre diversos problemas que lo preocupan seriamente y que, como Vicario de Cristo, trata de corregir, misión que cumple con su llamado a todos los pueblos para crear condiciones de paz y concordia, para que se entienda que el hombre, como creación de Dios, está llamado a la unidad, a la concordia en amor y fe, a la práctica de virtudes que se hagan valores y principios; su llamado es para todos sin distinción alguna y son todos los pueblos católicos, cristianos o de otras creencias, que reciben sus palabras como verdades que todos los hombres tratan de entender y practicar, pero que muy pocos gobernantes las llevan a la práctica.

Lo que ocurre en la Iglesia Católica en niveles de obispos, sacerdotes y religiosos de ambos sexos, no quedó al aire; los reunió en Bolivia y les habló más con el corazón que con los razonamientos que pudiese tener como Pastor Supremo del catolicismo. Él, consubstanciado con el pueblo, sabe de las limitaciones de quienes, por principio, deberían ser ejemplo y vivencia de la Iglesia, deberían compartir plenamente lo expresado por Jesús y hacer de su vida una práctica al servicio de los pueblos.

El Papa, conocedor de su grey, pidió a todos los componentes de la Iglesia que “rían con los que ríen y lloren con los que lloran”; es decir, que compartan los sufrimientos del pueblo, que les otorguen palabras de afecto, cariño y comprensión; que los vean no como a hijos sino como a hermanos en Jesús, que les muestren los caminos de la caridad, la humildad, el estoicismo, el sacrificio en aras del prójimo, que vean por las necesidades y urgencias de los más pobres, que los consuelen en sus penas y amarguras; que sientan que la Iglesia, en sus templos, debe estar abierta y presta para recibir a quienes buscan el refugio espiritual que es preciso para vivir; que encuentren en los templos a obispos, sacerdotes y religiosos de ambos sexos que les prodiguen amor y les inculquen principios de fe en base a los Evangelios y a los textos bíblicos.

Pidió, especialmente a obispos y sacerdotes, que entiendan que la “identidad no debe ser sinónimo de superioridad”. La alusión viene al caso por las muchas poses de soberbia y petulancia, de orgullo y hasta nomeimportismo que se muestra ante los más necesitados, pobres, enfermos, inseguros de su propia vida, incapacitados para atender su subsistencia. Mostró el Papa con sus palabras, cuánto podrían hacer los obispos y los sacerdotes en bien del bien común que es el pueblo. Obras a realizarse con miras a conseguir el Reino de Dios mediante la prédica de la palabra y, sobre todo, el ejemplo de humildad, sencillez, respeto, cordialidad y hasta muestras de cómo deben vestir quienes abandonaron hábitos y costumbres para confundirse con los laicos o, en muchos casos, para disimular su condición de religiosos. La identidad tiene que ser mostrada con el buen carácter, la voluntad de servir y atender, la vocación de ser alegres con altura, el abandono de pasiones y extravíos que están a la orden del día en un mundo tan inclinado al hedonismo; un mundo donde proliferan la corrupción, el alcohol, el tabaco, las drogas y otros males que violentan y violan la voluntad de los hombres; un mundo en que se viola y denigra la dignidad y decencia de mujeres y niños que siempre deben recibir sólo cariño y respeto.

Conjuntamente el Papa Francisco, la comunidad de católicos y personas que practican otros credos, saben de las falencias que ni los obispos ni los sacerdotes ni los religiosos de ambos sexos quieren entender y hasta exigen condiciones muy estrictas para el matrimonio o para el bautizo de los niños o realización de la primera comunión; estas exigencias frustran a las personas y, quienes no tienen convicción plena de su fe católica, buscan otros credos y se convierten en seres ajenos y contrarios a la Iglesia.

Es mucho, muchísimo lo que tendrían que sacar, practicar e imitar los obispos y sacerdotes de las palabras del Papa y, conforme a un examen estricto de los propios comportamientos, realizar los giros necesarios en busca de conseguir, efectivamente, el buen servicio con amor y humildad a los fieles de la iglesia que esperan, hasta de los sermones dominicales palabras basadas en los Evangelios que muestran caminos ciertos para toda la humanidad. Obispos, sacerdotes y religiosos de ambos sexos pueden dar mucho de sí y ser ejemplos de la comunidad nacional que espera renovación y cambios debidos a las incitativas del Papa que ha pedido a sus seguidores sean pastores y no capataces; que entiendan que la fe es amor y entrega, afecto y respeto, consideración y servicio, sencillez y humildad en vez de soberbia y poses mundanas.

TITULARES

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (791 Kb)      |       PDF (405 Kb)



Caricatura


Sociales

CARLOS MESA DISERTÓ SOBRE BOLIVIA EN LA HAYA

Carlos Mesa, representante internacional de la demanda marítima de Bolivia.