Yatiris en vez de economistas

Como soy un “crudo”, sugerí a mi corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo que consultase con algunos economistas blindados que rodean al presidente Evo si habrá el segundo aguinaldo en la presente gestión, como lo vienen exigiendo la Central Obrera Boliviana y otros colectivos de trabajadores, encontrándome con una risotada cantarina de mi reportera, quien me hizo saber que las medidas económicas que adopta nuestro mandamás no las consulta con sus colaboradores académicos, sino con algunos yatiris cuya sabiduría no se puede despreciar, porque se encuentra más allá del bien y del mal.

Ipso pucho, como decían los griegos del tiempo de Platón y después de Aristóteles, rogué a la cholita valluna que solicitase una entrevista con nuestros amigos yatiris (brujos andinos), Kalimán, Mandrake y Titirico, cuyo consultorio se encuentra en El Alto, a la vueltita del famoso motel “Devórame otra vez”.

Allí nos dirigimos en mi poderosa motocicleta Harley Davidson, conducida por mi comadritay Macacha.

Cancelada previamente la consulta, los sabios andinos buscaron una respuesta en las hojas milenarias para luego decirnos Kalimán que la hoja sagrada se encuentra muy ocupada en la actualidad con la re-re-re-re-elección del presidente Evo, pero que el mismo Presidente Vitalicio le había comunicado que pagaría el segundo aguinaldo aunque los economistas le aconsejasen que no lo hiciese.

Ya respondida nuestra consulta, nos despedimos de nuestros amigos yatiris y retornamos a nuestra oficina periodística para hablar de empleador a empleada acerca del segundo aguinaldo que pronosticaron los yatiris.

Me aprestaba a pronunciar un discurso largamente meditado acerca de mis problemas económicos para pagarle el segundo aguinaldo durante esta gestión, pero la cochabambina nacida en Quillacollo no me dejó siquiera comenzar mi pieza oratoria y me anunció que ella renunciaba a recibir tal gratificación, pues comprendía mis penurias económicas como jefe y propietario de mi empresa periodística y personal.

La cholita reportera había actuado con mayor responsabilidad que otros que manejan los destinos de toda una nación y que hoy hacen fuerza para que nuestro país pague ese beneficio.

Para terminar permitidme decir… ¡¡Viva mi comadre Macacha!!