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Para jugar en familia

Yackieline Rodríguez, psicóloga


Jugar no debería ser algo exclusivo de los niños. Cada vez que uno juega vuelve a su infancia. Se desconecta de sus problemas y preocupaciones de la vida adulta, porque al compartir con los pequeños se vive el instante, sin mirar el pasado, ni el futuro.

Estamos pasando momentos muy difíciles en todo el mundo, generando sensaciones estresantes, miedos y ansiedades; pero debemos ser resilientes y sobrellevar positivamente junto a quienes amamos la familia, por ello algunos juegos que serán de mucha utilidad en todo este proceso:

La moneda

Para este juego necesitas una moneda y una venda o pañuelo. Primero se le vendan los ojos a uno de los participantes. Luego, el resto se sienta en una rueda y coloca al vendado en el centro de la ronda. Comienzan a cantar una canción mientras se pasan la moneda de mano en mano. Cuando termina la música, la persona que quedó con moneda en mano en ese momento, la esconde en su puño y coloca ambas manos cerradas en la espalda. El resto de los participantes coloca sus manos de esa forma también; entonces, el que está vendado no sabe quién esconde la moneda y deberá adivinarlo. Si no lo adivina, tendrá un castigo: cantar una canción, saltar en un pie u otras ideas graciosas que se les ocurran.

La frase interminable

Este juego tan divertido, es muy fácil de realizar. Lo mejor de todo es que no necesitas ningún objeto. Se sientan en círculo. Alguien comienza a contar una historia pero diciendo una sola palabra. La persona que está a su lado deberá continuar la frase, diciendo la palabra anterior más otra propia. De esa manera, se formará una historia colectiva o frase interminable. Al irse agregando palabras se irá haciendo más difícil recordarlas todas. Es un excelente juego para ejercitar la memoria.

Una historia disparatada

Para este juego solo se necesita papel y lápiz. Una persona empieza escribiendo una historia pero solo hace el primer renglón y en el segundo renglón coloca una palabra. Dobla el papel de tal modo que se vea solo esa última palabra y se la pasa al de su lado. El siguiente continúa la frase y realiza el mismo procedimiento. Así sucesivamente, se van pasando el papel y lápiz hasta que no hay más lugar para escribir. Luego uno de los participantes lee la historia. Se forma una historia muy disparatada, que seguramente los hará reír mucho.

Dígalo con mímica

Este juego, además de ser un clásico, es muy divertido. Se dividen en dos equipos. Un miembro pasa al frente y debe representar con gestos una película. El resto de su equipo debe adivinar. Si lo hacen, se ganan un punto y siguen jugando. Cuando pierden, sigue la ronda con el otro equipo.

Fútbol de mesa

Ideal para las sobremesas y jugar de dos en dos. Los vasos u otros objetos harán de portería y algún tapón, una tapa o cualquier otra cosa pequeña que se deslice fácilmente hará de pelota. Los jugadores serán nuestros dedos que lanzarán la pelota en 3 toques a la portería contraria.

Trabalenguas

Igual que las adivinanzas son entretenidos. Refresca los que ya sabes, enséñaselos a los niños o busca en las redes o libros de trabalenguas infantiles para reír un rato.

Canasta

Si tienes niños pequeños es posible que tengas las clásicas pelotas de las “piscinas de bolas” en casa, aunque también puedes emplear otro tipo de pelotas pequeñas. La idea del juego es coger los cestos de la ropa y poner diferentes puntuaciones dependiendo de la lejanía de donde se sitúa el tirador de éstas. El más cercano puede valer 50 puntos, el siguientes 100 y el otro 150. El juego consiste en lanzar bolas y contar la puntuación que se logra tras 5 intentos de encestar.

¿Qué será, será?

Para jugar a este juego es necesario coger una bolsa e introducir objetos que encuentres por casa: Una pelotita, un carrito, un peluche… Entonces, una persona venda los ojos de la otra para que adivine de qué objeto se trata. Es recomendable para mayores de cinco años.

Quien ríe al último, ríe mejor

Dos personas deben sentarse una delante de la otro y mirarse fijamente a los ojos sin reír. En el momento en el que uno de los dos se ríe, pierde el juego. Un juego sencillo, que no requiere nada más que las ganas de pasar un buen rato y que, además, es divertido.

En busca del tesoro perdido

Es posible esconder varios tesoros por la casa y que los pequeños los busquen. Se les puede dar pistas visibles o elaborar un mapa para hacerlo más interesante.

Construye con el papel

Construir barcos, flores o aviones de papel también es una opción que puede gustar a los niños y que les entretiene. En el caso de los aviones, es especialmente divertido cuando consigues que vuelen.

Teléfono

El juego del teléfono es genial para los más pequeños, y cuantos más sean, mejor. Hay que decir y pensar una frase relativamente larga. Después, cada niño debe decir la frase en secreto al que tiene al lado, hasta llegar al último que lo pronuncia. Muchas veces, la frase inicial queda distorsionada y acaba en una frase diferente.

Guerra de calcetines

Es necesario ir con cuidado con el mobiliario a la hora de jugar este juego, por lo que es ideal si hay jardín en la casa o patio. Consiste en hacer bolas con los calcetines y usarlos como si fuesen armas.

Bolos caseros

En un espacio en el que no haya peligro para romper algo, es posible coger botellas vacías y colocarlas como si fuesen bolos. Después, con una pelota (preferiblemente de plástico) hay que derribar los objetos.

Cada vez que vivimos el instante de manera intensa, disfrutamos de la vida en toda su magnitud y esplendor. En el caso del juego, reconectarnos con la imaginación nos trae innumerables beneficios, además de que compartimos momentos inolvidables con nuestros seres queridos. Por eso ¡Nunca dejes de jugar!

 
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