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Con la muerte de un empresario

Covid-19 pone en evidencia vacíos en protocolo de salud



HOSPITAL MUNICIPAL LA PORTADA. foto: El Deber.

La muerte de un empresario por Covid-19 en la ciudad de La Paz no sólo puso en evidencia las limitaciones del sistema de salud, sino que también dejó en claro que los protocolos de seguridad sanitaria no se cumplen, lo que en esta oportunidad representó un costo muy alto para la familia de Claudia Gonzales, esposa de la víctima.

La esposa del empresario nos relató las dificultades, preocupaciones y arbitrariedades que sufrió su familia al tratar de salvar la vida de su ser querido, cuando no había ni un respirador disponible y las puertas de las clínicas se cerraban quitándole toda posibilidad de atención.

Es inaudito lo acontecido con mi esposo –dijo– razón por la que pedimos una profunda investigación de los acontecimientos para establecer las responsabilidades en este caso, que lamentablemente terminó con la vida de una persona, situación que puede repetirse si no se asumen las acciones correspondientes y se determinan las sanciones.

La esposa de Sandoval indicó que su esposo Richard llegó de Nueva York el 17 de marzo pasado y al día siguiente comenzó a sentir molestias, por lo que decidió guardar reposo, unos días después, el lunes 23 de marzo solicitó ayuda al Servicio Departamental de Salud (SEDES) La Paz para la realización de la prueba Covid-19. “El Sedes tardó 48 horas en acudir a nuestro llamado, a pesar de haberseles advertido que se trababa de un caso sospechoso de Covid-19 ”, dijo.

En ese tiempo que tardó la respuesta del SEDES, el jueves 26 de marzo, aun sin contar con el informe de laboratorio, Richard fue trasladado a Clínica del Sur para que reciba atención médica. En el lugar fue atendido por un médico neumólogo e internado inmediatamente en una zona de aislamiento.

Posteriormente el SEDES, se comunicó directamente a la Clínica del Sur para informar que la prueba realizada al empresario era positiva, hasta esa fecha todo marchaba bien, se le había suministrado oxígeno al paciente y se encontraba con los cuidados necesarios.

Sin embargo, el 27 de marzo mi esposo muy preocupado me comunica que estaba siendo trasladado al hospital de segundo nivel de La Portada para su aislamiento, en observancia a la disposición del Ministerio de Salud que establecía que todo paciente diagnosticado con el Covid-19 debía ser tratado en ese establecimiento, pero desde que empezó está gestión las cosas no estuvieron bien. “De inicio la ambulancia no tenía camilla ni otros implementos indispensables para atender un caso de esta naturaleza y el paciente tuvo que ser llevado en malas condiciones a ese nosocomio”, denunció.

Ante esta situación los familiares del empresario se vieron en la necesidad de hablar con “algunas amistades” y hasta con el alcalde de La Paz, Luis Revilla, para asegurarse que Richard reciba la mejor atención posible, lo que en definitiva nunca se dio.

La esposa de Sandoval observó que un lugar destinado para el aislamiento de los pacientes con coronavirus, como el Hospital La Portada, dependiente de la Alcaldía Municipal de La Paz, no tenga Tomógrafo, ni siquiera un Intensivista.

También denunció que la Alcaldía de La Paz les indicó que si la propia familia pagaba un intensivista, este podría atender a Richard en el hospital municipal. “Los familiares nos limitábamos a llevarle algunas medicinas que nos solicitaban, como antibióticos, Hidroxicloraquina, Jarabes para la tos entre otros suministros para la administración de oxígeno, pero nunca nos dijeron que ese hospital no contaba con tomógrafo ni con un intensivista permanente. En estas circunstancia se acudió a la Dirección, pero la atención de la Directora no solo fue descortés, sino torpe y desconsiderada”, indicó Claudia Sándoval.

TRAGEDIA

El domingo 29 de marzo fue la última conversación de Claudia Gonzalez con el empresario, quien comunicó que tenía dificultades para respirar y que la comunicación con el personal del Hospital era “difícil”.

Fue entonces que la desesperación por conseguir un respirador no alcanzó los resultados esperados, todas las clínicas privadas a las que acudió la familia indicaban que su terapia Intensiva estaba ocupada (después verificaron que en la mayoría de los casos esa versión no era cierta). “En esos momentos nos preguntábamos si no era Estado el que debería garantizar la salud y la vida de las personas, obligando a cualquier unidad hospitalaria la recepción y atención de un paciente que tiene su vida en riesgo”, se preguntó la esposa.

La esposa del paciente, señaló que el empresario tuvo que ser llevado al Hospital del Norte de la ciudad de El Alto, donde supuestamente existían todas las condiciones de atención para estos casos, pero al lugar el paciente habría llegado sin signos vitales.

Con la muerte de Richard Sandoval pudimos ver en carne propia que los protocolos de salud en nuestro país no funcionan, mi familia y yo tuvimos que pasar por varias horas intentando que una clínica nos ayude, pero desafortunadamente estos centros médicos no respondieron favorablemente, deslindando toda responsabilidad en esta materia.

Finalmente, dijo que seguirán la vía legal que por derecho les corresponde no sólo para buscar sanciones contra los responsables, porque sabe que eso no le devolverá a su esposo, sino para que las autoridades revisen sus protocolos.

Cabe recordar que el alcalde Luis Revilla con efusividad sostuvo que el Hospital del Norte está en condiciones para atender los casos de coronavirus; sin embargo, en los hechos fue lo contrario, los familiares denunciaron que Richard murió por una neumonía y deficiencia respiratoria originada por el Covid-19 debido a que el Hospital municipal no tiene las condiciones para salvar la vida de las personas diagnosticadas con esta enfermedad

 
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