La ayuda llega a Pando pero aún es insuficiente

Cobija fue declarada zona de desastre y Pando, zona de emergencia a raíz de la riada que sorprendió a quienes vivían en inmediaciones del Río Acre. Los cálculos iniciales señalaban que los damnificados en Cobija eran 400 familias y la cifra llegaría a las 1.000 personas con los últimos registros. Bolpebra es el punto más golpeado y su población quedó incomunicada en cierto momento. El río Tahuamano podrí


Damnificados de inundaciones evacúan y rescatan sus pertenencias.
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Cobija.- Con el agua hasta el pecho y la congoja contenida por el momento que viven, decenas de familias cumplían ayer el trabajo colectivo del recojo de sus pertenencias, mientras las autoridades gestionaban recursos en una carrera contra el tiempo y, a través de diversas organizaciones, intentaban agilizar la asistencia a más de 600 familias afectadas por las inundaciones que afectaron a los sectores más deprimidos que viven en las cercanías del Río Acre.

El gobernador de Pando Luis Adolfo Flores Roberts declaró estado de emergencia en el departamento tras hacer una evaluación de las necesidades de diversas poblaciones a consecuencia del desborde del río Acre. En principio, el registro apuntaba a 400 familias, pero la cifra llegaría al millar.

Varios de los barrios tienen el agua hasta el techo, de manera que perdieron casi la totalidad de sus pertenencias y se quedaron con la ropa que llevan encima. “No tenemos ni con qué cambiarnos. Estamos con esta ropa desde hace dos días”, se lamentó una madre de familia que trataba de mitigar el hambre de su hijo con un poco de pan.

La riada ingresó este lunes a la Circunvalación de manera que el traslado de los enseres por parte de miembros de Defensa Civil y la Fuerzas Armadas se tornó doblemente difícil, porque en ese sector el agua llegaba hasta las rodillas y se veía a gente que trasladaba un ropero y mesas a cuestas

Las seis toneladas de vituallas, alimentos, agua y remedios que llegaron para socorrer a la población damnificada resultaron insuficientes, de manera que se vieron obligados a trasladar la asistencia a través del camino brasileño para llegar hasta la población de Bolpebra, una de las más damnificadas.

La riada tomó por sorpresa a la ciudadanía, especialmente a la que construyó sus viviendas junto a la orilla del río Acre. La primera actitud de los afectados fue ponerse a buen recaudo y luego intentar recuperar parte de sus pertenencias en coordinación con la Gobernación y la Universidad Amazónica de Pando, estas entidades enviaron sus movilidades para colaborar con quienes tenían parte de sus enseres sobre su espalda.

El cálculo inicial de autoridades y miembros de las Fuerzas Armadas que pedían calma a los damnificados no fue el más feliz, porque creyeron que iba a bajar el nivel de las aguas que durante la jornada del lunes mantienen su nivel y hasta creció un poco más, lo que aumentó el desaliento.

Los barrios Matajo, Puerto Alto, Cataratas, Santa Cecilia y Villa Montes fueron los más afectados, en especial el primero que, prácticamente desapareció. Los damnificados fueron ubicados en tinglados, carpas y en algunos campos deportivos, lamentando la pérdida de sus bienes.

El cálculo inicial de 400 familias quedó corto, porque una gran mayoría no se registró en defensa Civil, debido a que estaba dedicado al recojo de lo que quedaba de sus bienes, la mayoría de las cuales se había deteriorado por el agua acumulada.

“Es dramático. Hay gente que lo perdió todo. Lo importante es que no hubo pérdidas humanas”, contó un oficial del Ejército. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quien conoce bien el lugar llegó con el principal lote de auxilio y prometió una asistencia permanente para aliviar los problemas del momento.

Uno de los principales problemas es el agua, porque el residuo de las norias y productos putrefactos se mezclaron con el agua potable, de manera que en algunos sectores el agua que salía de los grifos tenía el color turbio.

Un reportero del periódico El Sol comentaba que en este momento se encuentra en el dilema de ayudar o si su concurso es mayor retratando lo que ve y atendiendo los requerimientos de los medios de los otros departamentos que quiere saber qué pasó en Pando.

El primer informe que 400 familias damnificadas en Cobija, 38 en Bolpebra y 17 en san Miguel quedó corto y se esperaba otro recuento hasta anoche.

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