De cada 100 trabajadoras del hogar 97 tienen empleos precarios extremos

El Alto es una de las ciudades donde las empleadas obtienen salarios por debajo del mínimo nacional.


Según el investigador del Cedla, Bruno Rojas, (cuadro) la situación y condiciones de empleo de las trabajadoras del hogar, no tuvieron cambios significativos en los últimos años pese a las normas promulgadas.

El 97 por ciento de las trabajadoras del hogar en el país tiene empleos precarios y extremos, incluso con sueldos por debajo del mínimo nacional, sin estabilidad laboral, además de no contar con acceso al seguro de salud, sostiene un informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).

El investigador de la Unidad de Empleo y Seguridad Social del Cedla, Bruno Rojas, expresó su preocupación al revelar que la situación y condiciones de empleo de las trabajadoras que cumplen este rol, no tuvieron cambios significativos en los últimos años pese a las normativas promulgadas que protegen al sector.

“La calidad de empleo de estas trabajadoras realmente es muy precario, pues el 97 por ciento tiene un trabajo precariamente extremo, o sea un empleo pobre, donde tres factores influyen en lo que es la inestabilidad laboral, lo que quiere decir que sus empleos no son permanentes, tomando en cuenta que ganan por debajo de una canasta normativa alimentaria, y por último, no cuentan con seguro de salud además no aportan para su jubilación”, afirmó Rojas.

Son más de 40.063 trabajadoras del hogar en los departamentos que representa el eje central urbano del país, donde más de la mitad del total se encuentra en Santa Cruz con 21.665, seguido de La Paz con 12.363; Cochabamba con 5.659 y El Alto con 4.060 mujeres con estos empleos, según últimos estudios de la gestión 2010, precisó el investigador del Cedla.

Rojas explicó que el sector de las trabajadoras del hogar es el que genera mayores despidos con relación a otros rubros, así también mencionó que existe gran número de renuncias de mujeres debido a la mala situación laboral que confrontan. Mencionó que El Alto es una de las ciudades que mayor dificultad enfrenta respecto a este problema, donde una mitad ingresa a trabajar y la otra es obligada a salir de su fuente de trabajo.

En cuanto al tema de los salarios, el investigador mencionó que el sector tiene dos tipos de ingresos. La primera, es que actualmente los empleadores sólo requieren trabajadoras por horas para pagar un salario disminuido que afecta a la economía de las empleadas.

Respecto al segundo aspecto, mencionó que según ley, las trabajadoras sólo deben cumplir funciones de ocho horas por día y 48 por semana. En ese marco, lamentó que muchos empleadores vulneren la norma, extendiendo el horario laboral a más horas de lo establecido.

“Lo que está sucediendo es que mientras más trabajan ganan menos. En la ciudad de El Alto es el colmo, la mayoría de las mujeres obtienen 387 bolivianos, son ingresos realmente muy precarios. Santa Cruz es el departamento donde las trabajadoras todavía ganan un sueldo promedio de 680 bolivianos”, puntualizó el investigador del Cedla.

Rojas señaló que la tasa de participación del empleo doméstico estuvo bajando de forma paulatina con relación a años anteriores. Aseguró que la cantidad de trabajadoras se mantiene, y que lo único que cambia es que algunas mujeres ahora buscan otro tipo de oficios por la carencia del trabajo.

El especialista aseveró asimismo, que hasta la gestión 2009, la tasa de participación de las trabajadoras del sector era del cinco por ciento, porque desde el año 2010 bajó a 2.6 por ciento. “Esto no quiere decir que se haya reducido la cantidad de trabajadoras desocupadas sino más bien, lo que ocurre es que paulatinamente el trabajo doméstico ya no es una alternativa y una opción de trabajo, particularmente para las mujeres que migran del campo y mujeres jóvenes, porque se están insertando a otras actividades como el comercio y la construcción”, dijo el especialista.

DATOS

- El 97 por ciento de las trabajadoras del hogar tiene un trabajo precariamente extremo, es decir, un empleo pobre, donde tres factores influyen en lo que es la inestabilidad laboral.

- Son más de 40.063 trabajadoras en los departamentos que constituyen el eje central urbano del país, donde más de la mitad se encuentra en Santa Cruz con 21.665, seguido de La Paz con 12.363; Cochabamba con 5.659 y El Alto con 4.060 mujeres con empleos.

TESTIMONIOS

En el mes de la trabajadora del hogar, ellas quieren dar sus testimonios de vida laboral. Algunas, pese a las condiciones de trabajo a las que fueron sometidas durante años, se superaron culminando sus estudios.

Antonia Cuno Mamani (31 años)

“Yo trabajé desde mis 12 años de edad, desde que llegué a la ciudad de La Paz, porque yo vivía en el campo, pero debido a factores económicos, además de tener ilusiones de superación llegue aquí, pero nunca me imaginé que al entrar a un trabajo me tratarían tan mal, la señora con quien trabajaba me gritaba y como era mi primer empleo yo me asusté demasiado”.

“Recuerdo que desde entonces mi primer sueldo fue de Bs 50 en el año 1994. Sin embargo, luego de dos años me retiré de este empleo y encontré otro donde la empleadora me pagaba Bs 350. Mi sueño siempre fue estudiar Ciencias de la Educación, con sacrificio y empeño lo logré y ya egresé de la Universidad Salesiana”.

Claudia Choque (38 años)

“Durante toda mi vida trabajé como trabajadora del hogar para sostener a mis hijos. Uno de los casos que tuve es que una familia no me quiso pagar mis indemnizaciones después de haber trabajado 23 años en su casa. Cuando le reclamé mis derechos, la señora se hizo a las locas indicando que, lo que yo le estaba pidiendo era un invento mío”.

“Yo tuve que recurrir a instancias judiciales para que me ayuden a solucionar el problema, sin embargo, ante esta denuncia la señora recién me pagó, que tampoco era mucho solo fue de Bs 2 mil”.

 
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