Embarazos no deseados en adolescentes se incrementaron en 10% respecto al 2011

Edwin Siñani, titular de la Unidad de Juventudes del Gobierno Municipal, aseguró ayer que los embarazos en adolescentes de 15 y 16 años se incrementaron en un 10% respecto al pasado año.

Asimismo, indicó que la problemática está relacionada con el incremento de índices de consumo de alcohol en los jóvenes.

“Con relación a los años pasados, en 2011 y 2012, se evidenció un 4 por ciento de acrecentamiento de jóvenes que consumen bebidas alcohólicas. Esta cifra incide en otras problemáticas como son los embarazos no deseados en menores de edad”, aseveró la autoridad.

Agregado a ello, indicó que son muchos aspectos los que inducen a una gestación no planificada, entre ellos la desinformación, el abuso sexual y la falta de comunicación con los padres de familia. Por lo que, el consumo de alcohol significa sólo un riesgo mayor para un embarazo precoz.

“Las jóvenes que participan de fiestas o reuniones donde se accede a bebidas alcohólicas, son muy propensas a quedar embarazadas”, comentó Siñani.

Además, informó el incremento de gestación no planeada en menores que supera cifras con relación a años pasados.

“Durante el 2005 y 2006 se contaría con un incremento de 5%, dato que para el 2012 de duplicó, tenemos un incremento del 10 por ciento de embarazos no deseados que seguro desemboca en otras problemáticas futuras”, agregó el encargado de juventudes.

Por su parte, Susan Murillo, psicóloga del programa de salud sexual y reproductiva CIES, manifestó que las menores en cuestión pueden sufrir consecuencias médicas y mentales.

“Desde el momento en que la menor sabe que ha quedado embarazada, está expuesta a importantes consecuencias, no sólo orgánicas, sino también psicológicas, sociales, económicas educativas y laborales.

Entre los efectos que causa esta situación podemos mencionar, el miedo, el estrés y la ansiedad son las reacciones iniciales al conocer la noticia.

“Son múltiples las dudas que se le plantean: ¿Qué puede hacer?, ¿Cómo reaccionará su pareja?, ¿Cómo se lo va a decir a sus padres y cómo lo tomarán?, ¿Qué va a ocurrir con su vida?”, aseveró la experta.

Añadió que la madre adolescente es, en cierto sentido, una niña que de pronto se ve arrojada al mundo adulto sin estar preparada para ello.

“Esto hace que se sienta frustrada en sus expectativas de futuro. Algunos autores llegan a afirmar que el embarazo en la adolescencia supone el inicio de un síndrome del fracaso, ya que la adolescente suele fracasar en el logro de las metas evolutivas de la adolescencia, en terminar su educación, en limitar el tamaño de su familia, en establecer una vocación y conseguir ser independiente”, indicó Murillo.

Según la versión de la psicóloga, a largo plazo se tropieza con la seguridad económica y el nivel de educación de los padres de la chica, el nivel educativo y las aspiraciones de la joven madre, el grado en el que la chica está dispuesta a controlar rápidamente la fertilidad subsiguiente.

Al respecto, la Unidad de Juventudes, está creando brigadas conformadas por estudiantes de quinto y sexto de secundaria de los centros educativos alteños.

“A ellos se les capacita en varias temáticas como el consumo de alcohol, los embarazos y casos de trata y tráfico de personas, con el propósito de que difundan la información y logren concientizar en su entorno para disminuir las cifras actuales”, sostuvo Siñani.

Son cerca de 50 brigadistas que se educaron durante cuatro meses que difunden los conocimientos en diferentes colegios de la urbe. El objetivo de gestión es llegar a 10 mil jóvenes concientizados.