Estrategia científico - técnica por la salud

La denominada “Cumbre nacional de la revolución por la Salud” ha sido propuesta por el Gobierno para sacar de una crítica situación al sistema de salud en nuestro país, el cual debería ser uno de los pilares sólidos en el que debiera descansar el bienestar del pueblo boliviano. Este intento no puede perderse en el laberinto de la improvisación, en la gimnasia de ensayos políticos y planteamientos discursivos de tipo electoral.

Por el contrario, las estructuras y las instancias operativas de dicho sistema necesariamente tienen que ser motivo de un tratamiento serio y responsable, lejos de egoísmos y mezquindades porque debido a las precarias condiciones en las que se hallan, tradicionalmente postergadas por los gobiernos de turno, ahora deben ser de prioridad del Gobierno, si es que éste se precia de estar trabajando por su pueblo.

De otra parte, se debe considerar que el tratamiento del sistema de salud está relacionado con los constantes desafíos de la ciencia y la tecnología que se generan en el mundo.

Esta estrategia tiene que partir de un diagnóstico desde la periferia rural al centro urbano, haciendo énfasis en las quemantes realidades que en materia de salud castigan a nuestro pueblo, desde las arcaicas instalaciones hospitalarias, la insuficiencia de equipamiento, reducidos insumos médicos, carencia de recursos humanos indispensables y una gama de componentes que hacen a la salud.

En Bolivia se da un panorama epidemiológico muy variado, donde es posible observar patologías propias del subdesarrollo con características endémicas, enfermedades infecciosas y parasitarias, desnutrición, altos índices de morbimortalidad, enfermedades degenerativas, cardiovasculares, sedentarismo, problemas de salud ambiental, alcoholismo, drogadicción, deficientes condiciones de trabajo, mendicidad, complicaciones sexuales, accidentes, hechos de violencia y últimamente el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.

Si bien estos problemas deben ser de particular preocupación del Gobierno y de sectores representativos de la sociedad civil, esto no quiere decir que se haga horizontal su análisis, su tratamiento y la toma de decisiones reflexivas.

Si se desea avanzar con honestidad en una dirección compatible con los requerimientos de salud, el sistema en este rubro, cualquiera sea su estructura o composición, tiene que ser resultado del ambiente histórico - social del país, pero particularmente debe estar sujeto a la dinámica de la experiencia y la investigación que en esta materia se realiza en otras latitudes del mundo, porque no somos una isla en el inmenso mar.

De esta manera, el Numeral II del Artículo Único del DS 1.232 de 16/5/2012 que dispone “convocar a la ciudadanía en general, organizaciones sociales, sindicales, laborales y vecinales” más tiene características políticas que científico – técnicas. Si en representación de aquéllas está su organización matriz que es la COB, ¿para qué más entidades de esta naturaleza? Desde luego, en la COB deben estar los trabajadores en Salud, fabriles, trabajadores de comercio, maestros, mineros y campesinos. En cuanto a la Universidad se debe incluir necesariamente a delegados de las carreras de medicina, odontología, bioquímica y farmacia. Deben concurrir también profesionales en diagnósticos por imágenes, laboratoristas, fisioterapeutas y enfermería.

Para que la “cumbre por la Salud” alcance trascendencia, corresponde al Ministerio del rubro invitar también a los entes facilitadores del seguro de salud con autonomía de gestión, como la Caja de Salud de la Banca Privada, CORDES, Caja Petrolera de Salud, Caja de Salud de Caminos, Seguro Social Universitario y Corporación del Seguro Militar. Estas instituciones actualmente alivian en gran medida la pesada carga que sostiene el Estado en materia de salud, por el elevado número de asegurados que tienen en todo el país en los niveles de titulares y beneficiarios, así como una gran masa laboral y profesional que se cobija en el Seguro Voluntario Individual y Colectivo.

Su aporte en las comisiones de alto nivel puede ser muy importante, ya que sus experiencias, su metodología en el contexto de la medicina integral y su calidad médica pueden constituirse en un valioso aporte al conjunto de resultados y decisiones estratégicas.

Sabiduría, prudencia y reflexión para distinguir lo posible de lo imposible, las obligaciones y las limitaciones del Estado y los derechos de los seguros privados con autonomía de gestión, bajo el techo protector de la ciencia y la tecnología, debieran ser los agentes motivadores de la llamada “cumbre por la Salud”, si es que se intenta pasar a la historia como los autores genuinos de la verdadera transformación del sistema de Salud en Bolivia.